Yolanda Díaz decide ignorar a Podemos y el PSOE asume toda negociación con ellos

Yolanda Díaz ha decidido aplicar con Podemos aquella máxima de que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. La vicepresidenta segunda pasó este jueves por los micrófonos de la SER y allí fue preguntada por la marcha de los cinco diputados morados al Grupo Mixto.

Sin embargo, Díaz no quiso hacer ningún comentario directo al respecto. Simplemente se limitó a decir: «Sé muy bien para qué está Sumar en el Gobierno (…). Estamos aquí para mejorar la vida de la gente». También recordó que la política se ha convertido en «uno de los primeros problemas» que identifican los españoles, «más que en el año 2015». Y deslizó que ella no va a contribuir a eso... como sí lo hace Podemos.

La ruptura de Díaz y Podemos en el Congreso es total. Tal es así que será el PSOE el que se encargue de negociar con los de Ione Belarra los Presupuestos Generales de 2024, el apoyo de Podemos al decreto anticrisis que el Gobierno aprobará en el último Consejo de Ministros del año (el próximo miércoles) y el resto de iniciativas que vayan surgiendo. Cuando se hizo oficial la ruptura, la propia Belarra telefoneó al ministro Félix Bolaños para asegurarle que Podemos no iba a poner en riesgo la legislatura.

De momento, Podemos ha conseguido el protagonismo que quería en el Congreso, aunque orgánicamente el partido se esté desintegrando a marchas forzadas. El miércoles Belarra pudo intervenir en el Pleno, con motivo de la comparecencia de Pedro Sánchez para hablar del último Consejo Europeo del año bajo la Presidencia española de turno de la UE.

Allí, la secretaria general de los morados insistió en que el Gobierno de Israel está cometiendo un «genocidio» e instó a Sánchez a denunciarlo abiertamente. «Israel se ha convertido en una amenaza para la democracia en todo el mundo (…) ¿Cómo vamos a dar lecciones de derechos humanos al mundo si no somos capaces de juzgar a Netanyahu como un criminal de guerra?», se preguntó.

Que Díaz haya optado por ignorar a Podemos no significa que las hostilidades hayan acabado. Por una parte, Sumar sigue pensándose si denunciar a los morados ante el Pacto Antitransfuguismo por negarse a renunciar a sus cinco actas de diputado. Las de la propia Belarra, Lilith Verstrynge, Javier Sánchez Serna, Noemí Santana y Martina Velarde.

Por la otra, este miércoles Belarra cargó contra la decisión de su sucesor en el Ministerio de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, de reabrir la Ley de Familias, que quedó en el aire la legislatura pasada por el adelanto electoral. «Es un profundo error que el Gobierno haya decidido reabrir la ley de familias que ya había llegado al Congreso en la pasada legislatura y con ello retrasarla de nuevo por tiempo indefinido. Las familias españolas no pueden esperar más. Todas ellas podrán contar con Podemos», escribió la exministra.