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Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso

«Sánchez es una gran mentira, un político sin escrúpulos con un Gobierno formado tras una estafa electoral»

El dirigente de los 'populares' también ha expresado que «es bastante lamentable» que el presidente del Gobierno tenga que viajar todos los meses a Ginebra «para que le sellen la cartilla» y pueda seguir en la Moncloa

Miguel Tellado (Ferrol, 21 de febrero de 1974) es el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados desde el pasado 30 de noviembre, por lo que va a ser uno de los artífices de la oposición al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez en la Cámara Baja. En su entrevista con El Debate muestra un lenguaje rotundo y claro a la vez que explica cómo percibe los principales asuntos que copan la actualidad política; desde la amnistía hasta la reunión de Sánchez con Feijóo.

–¿Qué supone para la política española y para la imagen de España que Sánchez se reúna con Puigdemont en el extranjero?

–La política nacional vive un momento tremendamente grave desde que Pedro Sánchez llegó a la presidencia del Gobierno, y se ha agravado aún más desde la investidura condicionada por el independentismo más radical de nuestro país. Es evidente que Sánchez compró la investidura entregándole a un prófugo de la justicia una ley de amnistía para beneficiarse directamente de ella. Así, Sánchez ha comprado siete votos para poder ser presidente, y eso supone una traición a los posicionamientos previos de un PSOE que hoy por hoy ya no se siente representado por Pedro Sánchez.

El margen de maniobra de Sánchez con el PP es muy pequeño porque gobierna con partidos antisistema

–¿Qué papel va a jugar la Unión Europea con la amnistía?

–Desde Europa se ve con auténtica preocupación lo que está pasando en España. Las autoridades comunitarias ya han pedido explicaciones, y están siguiendo paso a paso todo lo que aquí acontece. Desde el punto de vista internacional, lo que está sucediendo en la política nacional es un daño enorme que tendrá repercusiones para la credibilidad de España en el entorno en el que nos movemos.

–¿Cómo valora que Sánchez bromee con la figura del mediador?

–El mediador es un insulto a la democracia española. La mediación política en España se hace en las instituciones democráticas; en el Congreso y en el Senado. Lo de buscar un mediador –que además es un experto salvadoreño negociando con guerrillas– para que el Gobierno hable con sus socios de investidura dibuja un poco la situación patética que vive la política nacional desde que Sánchez ha decidido entregar sus valores y los principios del Partido Socialista a Puigdemont.

Que la investidura de Sánchez haya sido negociada con un prófugo que salió de España en el interior del maletero de un coche para huir de la justicia española y no sentarse ante los jueces españoles acredita que Sánchez es un presidente que degrada la credibilidad de España como país, la credibilidad del Gobierno y la imagen y la reputación de las instituciones democráticas de España.

El portavoz del PP, Miguel Tellado, en la redacción de El DebateDaniel Vara

–Precisamente, el ministro Puente ha calificado a Bildu como un partido democrático, a la vez que indicado que la manifestación del pasado domingo en Pamplona fue poco democrática. ¿Qué deriva ha tomado el PSOE tras el pacto con Bildu en el Ayuntamiento de Pamplona?

–El PSOE ha perdido la referencia de sus valores y principios. Hasta la llegada de Sánchez era un partido constitucionalista, pero su deriva ahora es tremendamente grave y está provocando que haya mucha desafección por parte de los votantes socialistas hacia el proyecto de Pedro Sánchez, donde ya no reconocen al viejo PSOE.

Entregarle a Bildu –un partido que ha llevado a asesinos en sus listas– la capital de Navarra es un insulto a todos los demócratas y un insulto a las familias de las víctimas del terrorismo, algunas de ellas también del Partido Socialista. Además, es una traición a los principios y a los valores del PSOE. Demuestra los pocos escrúpulos que tiene Pedro Sánchez y que es un presidente que no tiene límites.

La realidad es que Pedro Sánchez es en sí mismo una gran mentira, y su Gobierno es una estafa electoral porque ni siquiera los que le votaron lo hicieron para esto. En la campaña electoral se comprometió exactamente a lo contrario de lo que ha hecho; a sentar a Puigdemont en los banquillos de la Justicia, a no pactar absolutamente nada con Bildu, y se comprometió a que en ningún caso en España habría amnistía. Al final parece ser que hay amnistía y que Bildu ya es un socio prioritario del Partido Socialista.

Todo eso está en venta para que Pedro Sánchez pueda ser presidente del Gobierno

–Sánchez ha propuesto que Cataluña tenga más autogobierno como vía intermedia al referéndum que exigen los independentistas. ¿De qué manera valora esta medida?

–El independentismo siempre ha estado ahí, y siempre han mantenido las mismas reivindicaciones. Lo único que ha cambiado es la postura del Partido Socialista, antes era un partido de Estado; un partido eminentemente constitucionalista y que no estaba dispuesto a ceder a los chantajes del independentismo. Ahora Sánchez cree que el fin justifica los medios –que todo vale con tal de seguir al frente del Gobierno– y por lo tanto ha decidido poner en venta el Estado de derecho de nuestro país, la separación de poderes, y un principio elemental en cualquier democracia, como es la igualdad de los ciudadanos ante la ley. Todo eso está en venta para que Pedro Sánchez pueda ser presidente del Gobierno.

Es bastante lamentable que una vez al mes el Gobierno tenga que viajar a Ginebra para reunirse con Puigdemont, sus socios, y el mediador. Todo en la misma mesa. Es decir, que a Sánchez le sellan la cartilla para que pueda seguir siendo presidente del Gobierno un mes más. Pero la realidad es que el independentismo es insaciable y que si Sánchez cree que se van a dar por contentos con una ley de amnistía se equivoca.

–¿Qué le ha parecido la actitud de Sánchez en su reunión con Feijóo?

–Sánchez fue con una actitud negativa y poco constructiva hacia la oposición, que quedó demostrada porque lo que quería era sacarse una foto con Feijoo, que era lo que nos temíamos desde el inicio. Recurrió a su fórmula habitual del 'no es no'.

El PP acudió tanto por responsabilidad institucional como por respeto a la figura del presidente del Gobierno, sea quien sea. Al final, el margen de maniobra de Pedro Sánchez era muy pequeño porque gobierna con partidos antisistema, y eso provoca que sea muy difícil que llegar a acuerdos –al mismo tiempo–, con un partido de Estado como el Partido Popular. El presidente del Partido Popular acudió a la reunión con un documento de trabajo con diez propuestas concretas y formuladas por escrito, y Sánchez fue con las manos vacías, sin aportar ni un solo documento.

De los diez temas que planteó Feijóo, Sánchez solo se abrió a hablar de dos de ellos; la reforma del artículo 49 de la Constitución y la propuesta que le formuló Feijóo de trabajar simultáneamente en la renovación del Consejo General del Poder Judicial y la modificación de la ley del Poder Judicial, de acuerdo a lo que plantea la Comisión Europea para despolitizar nuestra Justicia.