Las ocho mejores frases del discurso de Navidad del Rey Felipe VI

Felipe VI ha dirigido a la Nación, exactamente, 1.467 palabras en su décimo mensaje de Navidad. Éstas son las diez frases de mayor calado que el Rey ha trasladado a los españoles:

La convivencia

«No podemos olvidar que uno de nuestros grandes activos en democracia es, precisamente, esa convivencia basada en sentimientos compartidos y en la búsqueda común del bienestar y la prosperidad de todos».

Don Felipe ha hecho una apelación a la convivencia desde los primeros compases de su discurso, en un contexto de polarización y con un presidente del Gobierno que en su discurso de investidura prometió levantar un «muro» frente a la media España que representan los votantes del PP y Vox.

Los consensos básicos

«La democracia también requiere unos consensos básicos y amplios sobre los principios que hemos compartido y que nos unen desde hace varias generaciones».

El Rey ha hecho alusión a las reglas del juego que han de ser aceptadas por todos los españoles, no sin antes recordar que en España todos los ciudadanos tienen derecho a pensar y expresarse «con libertad y respeto a los demás».

La utilidad de la Constitución

«Quiero reivindicar la Constitución no solo como valor democrático de presente y de futuro, sino también como instrumento y garantía imprescindible para que la vida de los españoles pueda seguir discurriendo con confianza, con estabilidad, con certidumbre».

Frente a los que niegan la vigencia de la Carta Magna o su utilidad, el monarca la ha situado como un elemento vital en el día a día de los españoles. Ampara y garantiza desde la libertad de expresión al derecho a la vivienda, a la educación o a una pensión, según ha enumerado.

Fuera, el caos

«Fuera del respeto a la Constitución no hay democracia ni convivencia posibles; no hay libertades sino imposición; no hay ley, sino arbitrariedad. Fuera de la Constitución no hay una España en paz y libertad».

Éste ha sido el párrafo con mayor carga de profundidad del mensaje de Navidad del jefe del Estado, porque en él coloca la Carta Magna como clave de bóveda de la democracia española. Una Constitución que su primogénita juró guardar y hacer guardar el pasado 31 de octubre, delante de las Cortes. Don Felipe es el mayor defensor del sistema de Monarquía parlamentaria.

La unidad de la Nación

«La razón última de nuestros éxitos y progresos en la historia reciente ha sido precisamente la unidad de nuestro país, basada en nuestros valores democráticos y en la cohesión, en los vínculos sólidos del Estado con nuestras Comunidades Autónomas y en la solidaridad entre todas ellas»

El artículo 2 de la Constitución, el que alude a la «indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles», también ha estado presente en el mensaje del monarca. Éste ha hecho mención a las comunidades autónomas, a todas, y al principio de solidaridad que ha de regir entre ellas. Al inicio de esta legislatura incierta, las regiones están demandando de una vez por todas una reforma del sistema de financiación, puesto que el actual data de 2009.

Las instituciones y sus límites

«Cada institución, comenzando por el Rey, debe situarse en el lugar que constitucionalmente le corresponde, ejercer las funciones que le estén atribuidas y cumplir con las obligaciones y deberes que la Constitución le señala».

Aunque debería resultar una obviedad que cada institución se sitúe en el lugar que le atribuye la Carta Magna, no lo es en estos tiempos en que el poder ejecutivo está tratando de exceder sus límites y dominar al poder legislativo y al judicial. Por eso, el toque de atención de Don Felipe es significativo: todas las instituciones tienen su lugar y ninguna debe suplantar a otra.

España, un «gran país»

«Deberíamos tomar mayor conciencia del gran país que tenemos, para así sentirlo más y cuidarlo entre todos».

Felipe VI se ha referido así a uno de los defectos históricos de la sociedad española: su falta de autoestima como Nación. Una Nación que, como ha recordado, ha demostrado «coraje, dignidad y principios frente al terrorismo» y que ha tenido un «comportamiento cívico ejemplar» ante el coronavirus.

El legado

«Garantizar a las jóvenes generaciones el legado de una España unida, cohesionada, con voluntad de entendimiento, y sólida en sus convicciones democráticas, cívicas y morales».

Como ya hiciera en su discurso en la solemne apertura de la XV legislatura, el Rey ha recordado la obligación de todos de dejar en herencia a los jóvenes una España mejor, en la que las nuevas generaciones puedan «continuar desarrollando sus vidas de manera libre, de manera segura en un entorno de estabilidad y confianza».