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Imagen del cortometraje '27 minutos'

Se cumplen 45 años del asesinato de 'los novios de Cádiz', uno de los crímenes más crueles de ETA

El cuerpo del guardia civil Antonio Ramírez, ya muerto, permaneció media hora tocando el claxon sin que nadie se acercara a atenderle

En la calle Lorategi (antigua calle Esteban Lasa) de Beasáin los niños de la localidad guipuzcoana jugarán hoy con los juguetes que les han traído los Reyes Magos. Esos mismos que posiblemente ayer pasaron en Cabalgata frente al 'stop' que separa esta calle de la Calle Mayor.

Hoy en la calle Lorategi de Beasáin, igual que los demás días de los últimos 45 años, casi nadie recordará que en ese mismo punto en que termina la pronunciada pendiente, donde todavía resiste la señal de 'stop' a pesar de que el cruce ya está peatonalizado, allí, se cometió uno de los asesinatos más crueles del medio siglo de terrorismo de ETA.

La crueldad de este crimen deriva del hecho de que el claxon del coche en el que fue asesinada esta pareja permaneció sonando casi media hora sin que nadie se acercara a comprobar qué sucedía. El documental '27 minutos', de Fernando González Gómez, recrea esa sociedad cobarde (en el mejor de los casos) que rodeó aquel crimen.

Aquel 6 de enero de 1979, el guardia civil Antonio Ramírez Gallardo, de 24 años, y su novia Hortensia González Ruiz, de 20, ambos de Cádiz, regresaban a casa después de celebrar la noche de Reyes en una discoteca de Beasáin. Al poco de salir del local, detuvieron el vehículo obedientemente en el 'stop' de un cruce.

Los etarras lo sabían y, nada más detenerse el coche, se pusieron delante con sus metralletas y acribillaron a la pareja. Antonio recibió ocho disparos y Hortensia, diez. El cuerpo de Antonio se inclinó hacia adelante y dio con el claxon, que permaneció 27 minutos rompiendo el silencio de la noche sin que nadie, absolutamente nadie, se acercara al menos a comprobar qué había sucedido.

No hacía falta. Muchos de los que escuchaban esa bocina ya sabían lo que había ocurrido. Al resto, o no les importaba o el miedo era superior a la curiosidad.

45 años de impunidad

Este sábado se cumplen 45 años de aquel crimen. Casi medio siglo que, de no haber sido asesinados, ambos novios podían haber vivido perfectamente y haberse llenado de felicidad y amor. Hoy tendrían 65 y 69 años de edad.

Sin embargo, alguien decidió que no merecían ser felices, que no merecían vivir. El problema es que, a día de hoy, 45 años después, ese 'alguien' todavía no tiene nombre. Se trata de uno de los asesinatos de ETA más crueles y uno de los más de 300 crímenes que permanecen impunes.

Dos años después, una de las pistolas utilizadas en aquel atentado de Beasáin fue incautada a uno de los etarras detenidos en 1981 en Madrid, pero las investigaciones no pudieron todavía poner nombre y apellidos a la persona que apretó aquel gatillo en la calle Esteban Lasa, hoy calle Lorategi, de Beasáin.