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El presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-PumpidoEFE

Tribunales

Conde-Pumpido evita aclarar su implicación en la amnistía en un informe del TC donde se autopromociona

Durante el primer año del magistrado al frente de la Corte, el Gobierno de Pedro Sánchez ha salvado sus leyes más polémicas e ideológicas durante la pasada legislatura

Al más puro estilo de «el Tribunal soy yo». El presidente del Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, ha hecho balance de su primer año al frente de la Corte de Garantías, en una nota informativa en la que se atribuye el mérito de las sentencias y autos dictados, que superan en número los del ejercicio inmediatamente anterior, y destaca su presencia en actos institucionales que han sido comunes al resto de sus predecesores. Un gesto «insólito» en el TC del que Conde-Pumpido no ha hecho partícipe al Pleno del órgano pese a que buena parte de los datos que proporciona son resultado del trabajo y esfuerzo de todos los magistrados.

El veterano jurista ha puesto en valor su ”Plan de Choque”, aprobado por el Pleno el pasado 15 de marzo; su «intensa actividad» de representación, entre la que incluye la organización de «importantes actos de relevancia» como la «audiencia con SM el Rey con motivo de la entrega de la Memoria 2022», que ha sido una constante con Zarzuela para todos los presidentes del Tribunal, o un «izado de bandera» conmemorativo.

Tampoco ha querido obviar el magistrado su «exigente agenda internacional» en la que ha refleja reuniones conjuntas y actos oficiales que ya habían venido asumiendo sus predecesores «sin airearlo» para «autopromocionarse», le afean los más críticos.

Sin embargo y pese al detallado desglose de sus primeros doce meses en el cargo, Conde-Pumpido no ha hecho mención alguna a las informaciones publicadas en las que se le atribuye una participación directa en la supervisión del texto que ha dado lugar a la Proposición de Ley de Amnistía para los cabecillas políticos del procé, pese a la gravedad de las mismas.

En el seno del Tribunal son muchas las voces que consideran imprescindible, por el prestigio del Tribunal «que trasciende la figura de su presidente» y la «apariencia de imparcialidad y neutralidad exigible al mismo», que «Càndido lo desmienta tajantemente» de no ser cierto. En caso contrario, «debería abstenerse de intervenir» en la futura y eventual cuestión de inconstitucionalidad que previsiblemente se planteará contra la norma, una vez aprobada.

Salva las leyes ideológicas del Gobierno

Uno de los aspectos destacados por Conde-Pumpido en el informe de su primer años de gestión, desde que, el 11 de enero, Cándido Conde-Pumpido resultase elegido presidente de un Tribunal Constitucional renovado a la medida de Pedro Sánchez. Un par de visitas a la Moncloa y el aval de la mayoría zurda de la Corte de Garantías fueron suficientes para aupar al veterano jurista gallego a su cargo, en contra de la candidatura de su compañera María Luisa Balaguer. Desde entonces, y hasta la fecha, bajo su batuta se han aprobado un total de 85 sentencias: ninguna ha dado la razón al Partido Popular en las cuestiones de mayor «relevancia jurídico-política, social y económica». Los populares han perdido, en seis meses, los siete recursos de inconstitucionalidad –antiguos o recientes– planteados contra las leyes más ideológicas de la izquierda.