Terrorismo
CEU-CEFAS recuerda en el Parlamento Europeo el trágico éxodo vasco provocado por ETA
El Centro de Estudios, Formación y Análisis Social ha publicado un extenso informe al respecto disponible en su web
Este martes, en el Parlamento Europeo, ha tenido lugar un acto recordatorio de las consecuencias sociológicas de la banda terrorista ETA auspiciado por CEU-CEFAS, PP y Vox basado en el informe titulado «El éxodo vasco como consecuencia de la persecución ideológica».
El documento, de más de 40 páginas, explica el contexto histórico de las profundas transformaciones que ha sufrido el País Vasco desde finales del siglo XIX. Se recogen datos, flujos migratorios y estadísticas demográficas que demuestran el grave daño sufrido en una región que perdió el 9 % de su población.
Más de 180.000 personas se marcharon entre 1977 y 2022 que, como explicó la coordinadora del informe, directora del observatorio CEU de Víctimas del Terrorismo y expresidenta del PP vasco, María San Gil: «no son solo los exiliados, sino sus hijos y nietos que se le han privado a la comunidad».
El inicio de este éxodo se atribuye principalmente a la impunidad de los asesinatos perpetrados por ETA, respaldada por el silencio en las calles y los comentarios favorables de simpatizantes de otros partidos políticos. Tras la guerra civil, el exilio de todo el territorio nacional fue de 120.000 personas. El exilio del País Vasco ha sido muy superior.
Fernando Nistal, director ejecutivo de CEU-CEFAS, apuntó que en la región vasca «el terrorismo y los gobiernos nacionalistas han conseguido que sentirse español no sea lo mismo que sentirse vasco». «Estamos aquí para defender la libertad y mostrar una verdad incómoda», añadió.
Jorge Buxadé, jefe de la delegación de Vox en el Parlamento Europeo, remarcó «la desmoralización de la nación española frente a sus enemigos» y, como consecuencia, demuestra «una perversa moraleja: que la violencia sí tenía rédito», punto en lo que coincide con Nistal.
La presentación del informe coincide con el 29º aniversario del asesinato de Gregorio Ordóñez. Precisamente, San Gil estaba comiendo con el aquel 23 de enero de 1995 cuando ETA acabó con su vida. Ella es una de los muchos vascos que no tienen miedo a la hora de contar su historia, pero admite que «todavía hay muchos que tienen miedo de dar su nombre y dar la cara». En ocasiones, otras víctimas son condenadas al olvido (damnatio memorie, práctica del imperioromano): «yo soy para el gobierno una vasca que ya no existe», denuncia una entrevistada en el informe.
A preguntas de El Debate sobre la programación mental mediante trauma sufrida en el País Vasco y, por extensión del éxodo, en todo el territorio nacional, el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch lamentó que estuviéramos «pagando caro el miedo». «Los grandes héroes son aquellos que mantuvieron el pulso y las víctimas», añadió.
Javier Zarzalejos, eurodiputado popular y secretario general de la Fundación FAES, remarcó lo importante que es comprender que el éxodo «no es solo culpa de ETA» ya que el triunfo solo ha sido posible «porque otros partidos han discurrido por el camino que el grupo terrorista abría». «No hay victorias eternas ni derrotas permanentes», terminó.
El documento íntegro puede accederse a través de esta web.