Montero se disculpa con Tellado por citar su alopecia pero dice que «hay algunos que tienen la piel muy fina»

La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, ha pedido disculpas al portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, por si se sintió ofendido por unas palabras en las que ella aludió a su calvicie y que, según ha recalcado, no pretendían ni molestarle ni ofenderle.

Así se ha disculpado Montero en Telecinco de los comentarios que hizo el pasado sábado al referirse al político 'popular' como «este hombre que habéis mandado para Madrid (..), el de las gafas (..), el que tiene menos pelo, Miguel Tellado».

La ministra ha asegurado que con esas palabras no tenían voluntad de provocar «ningún tipo de ofensa, humillación y malestar», y que evitará realizar alguna que otra consideración o comparativa con otra persona.

Se disculpa, ha dicho, pero también ha advertido de que «hay algunos que tienen la piel muy fina», porque según ha recordado el presidente Pedro Sánchez sufrió en Navidades «una campaña de la fruta» y, sin embargo –ha dicho–, nadie se ha disculpado.

Además, también se ha referido a las críticas de este martes del vicesecretario del PP, Esteban González Pons, sobre el TC al que tachó de «cáncer del Estado de derecho» y de las que se disculpó más tarde.

A Montero estas acusaciones le parecen una «gravísima impugnación de las instituciones del Estado» y «un ataque sin precedente a lo que supone nuestra arquitectura democrática».

También se ha referido a la ley de amnistía y al acuerdo entre el PSOE, Junts y ERC de ampliar el paraguas de la futura norma con el objetivo de garantizar la vuelta a España y el perdón de los delitos de terrorismo que un juez atribuye al expresidente catalán Carles Puigdemont y a la líder de ERC Marta Rovira por el caso Tsunami.

Montero ha querido puntualizar que ha sido una modificación técnica pactada con todos los grupos que impulsaron este proyecto de ley y ha asegurado que la voluntad del legislador es la de que quede excluido de ser «amnistiables» delitos de terrorismo que supongan una violación muy grave de los derechos humanos.