El emisario de Putin ofreció a un asesor de Puigdemont 10 millones en metálico para financiar sus gastos en Bélgica

El agente ruso Nikolay Sadovnikov, que actuaba como emisario de Vladímir Putin en las reuniones que mantuvo con Carles Puigdemont, ofreció a un asesor del expresidente catalán financiar todos los gastos en Bélgica. Tal y como ha podido saber El Debate en exclusiva, la cantidad que el agente ruso ofreció fue de 10 millones de dólares. El magistrado Joaquín Aguirre, que investiga el caso Voloh, ha revelado esta semana en su auto de prórroga que ve en Puigdemont indicios de un delito de traición por las reuniones que mantuvo con los emisarios rusos para financiar el procés.

Este periódico ha tenido acceso al testimonio de una de las personas que que vivió en primera persona los contactos que mantuvo Puigdemont con los rusos. En su relato, describe que, justo después de que Puigdemont se fugara a Waterloo (Bélgica), uno de los asesores que mantuvo relación con el emisario de Putin pidió ayuda para financiar la estancia del expresidente en el extranjero. La respuesta de los rusos fue el ofrecimiento de dinero de 10 millones de dólares. Un dinero que, tal y como figura en uno de los dispositivos que obran en la causa, se planeó entregar en metálico.

El ruso Sadovnikov citó poco después de la huida de Puigdemont a uno de sus asesores en el garaje del Centro Comercial Magic, ubicado en Badalona, a poco más de veinte minutos del centro de Barcelona. Al ser un lugar plagado de cámaras de seguridad esta persona compró días antes una entrada de cine para ver una película en las salas de la gran superficie y así poder disimular el día de la recepción de los fondos. El sujeto se presentó a la hora indicada y para su sorpresa ningún interlocutor ruso estaba en el lugar.

Días después, ante el enfado del entorno de Puigdemont, los rusos montaron una segunda cita. En este caso, el lugar escogido fue la terraza del hotel Arts de Barcelona, pegado a la orilla de la playa de la ciudad. Tras estar más de una hora esperando, al igual que en la anterior ocasión, nadie apareció. Los rusos, tal y como figura en los mensajes, achacaron el desplante a que «alguien nos ha engañado dándonos dinero falso». Para tratar de convencer al asesor de Puigdemont les remitieron una fotografía de una bolsa con decenas de fajos de billetes de 100 euros.

La financiación en Bélgica

En estos momentos se desconoce si hubo alguna otra cita en la que se acabó produciendo la entrega de dinero. Paralelamente nunca se ha aclarado la forma en que Puigdemont paga sus facturas desde que en octubre de 2017 huyera a Bélgica. El Debate desveló en mayo de 2022 tras una ardua investigación de campo en Bruselas que la vivienda de Waterloo en la que pernocta el expresidente se financia, de cara a las autoridades fiscales belgas, a través de las entidades CATGlobal y CARCip. Ambas marcas están registradas ante el Banque Carrefour des Entreprises como «asociaciones internacionales sin ánimo de lucro».

Fueron constituidas en 2018 y 2019. Es decir, justo después del ofrecimiento de los 10 millones de dólares de los rusos. La figura jurídica adoptada por estas compañías permite la no obligación de revelar con sus movimientos financieros a las autoridades. En cambio, sí están obligados a dar parte de las decisiones que se tomen en sus juntas, actos meramente administrativos que no tienen nada que ver con los depósitos anuales de cuentas, como sí que ocurre en España. Este periódico logró acreditar que las autoridades financieras han detectado en los últimos meses un aumento en la partida de «gastos sin justificar de las entidades».

Desde que Puigdemont comenzó a vivir en la casa de Waterloo hasta ahora cada una de estas entidades tenía un máximo de 30.000 euros destinados a esta partida. Es decir, un total de 60.000 euros. A partir de este año, cada entidad asciende su partida hasta los 100.000 euros, por lo que el aumento de 60.000 euros que hacen provoca que ahora cuenten con 200.000 euros. En las actas registrales figura que la persona responsable de este dinero es Sergi Miquel, un publicista experto en medios digitales que se ha convertido en los últimos años en una de las personas de la máxima confianza de Puigdemont.

Los últimos avances del magistrado Aguirre han generado un enorme interés en la Unión Europea y en países como Alemania, que se han mostrado preocupación por el objetivo de la relación de los rusos con el separatismo catalán de infiltrarse en Europa a través de España desarrollando una minuciosa operación de desestabilización.