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Sesión de control en el Congreso

El portavoz del PP desbarata el argumentario de Bolaños y del Gobierno con una sencilla pregunta

La ley de amnistía protagonizó la primera sesión de control al Gobierno en el Congreso del año, aderezada con un poco de las protestas del campo español. El ministro de Justicia contradijo a los fiscales

A pesar de los intentos del Gobierno por barrer la ley de amnistía debajo de las alfombras del Congreso hasta después de las elecciones gallegas, el monotema de la política española protagonizó la primera sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de este año. Porque, aunque en enero Francina Armengol convocó tres plenos a conveniencia de Pedro Sánchez, el primer mes del año no forma parte del calendario ordinario de sesiones en la Cámara Baja. Febrero ya sí.

Retumbaron en el hemiciclo los ecos del varapalo de la Junta de Fiscales del Supremo pronunciándose mayoritariamente a favor de procesar a Carles Puigdemont por terrorismo. Y también los de la última oferta de Sánchez a Junts, que el lunes se abrió a reformar la Ley de Enjuiciamiento Criminal para limitar las instrucciones judiciales.

Pero, a pesar de todo, Félix Bolaños insistió en la tesis de que no hubo rastro de terrorismo en el procés, aunque por lo pronto hay 12 miembros de los CDR procesados y a la espera de juicio oral. «Si aquello no fue terrorismo, ¿entonces a qué viene el empeño de su Gobierno en incluir el terrorismo en la ley de amnistía? ¿A qué viene?», le preguntó el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, desbaratando el argumentario del ministro y de todo el Gobierno.

El ministro Félix Bolaños durante la sesión de controlEFE

El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes se revolvió contra el diputado popular. «De tanto banalizarla la palabra terrorismo en su boca no vale nada (…). Es una desgracia para nuestro país que el PP sea incapaz de hacer oposición sin utilizar el terrorismo», sostuvo. «Ustedes se avergonzarán de relacionar el proceso independentista y el terrorismo como hoy se avergüenzan de lo que le dijeron al presidente Zapatero y a Rubalcaba por acabar con ETA hace una década», profetizó Bolaños.

El cara a cara entre el ministro y el portavoz del PP estuvo precedido por otro de menor intensidad en las formas, pero no en el fondo: el que mantuvieron Sánchez y Feijóo, frente a frente por primera vez desde la sesión de control al Gobierno del pasado 20 de diciembre. Porque en el pleno de la semana pasada, en el que se debatía y votaba la ley de amnistía procedente de la Comisión de Justicia, el presidente del Gobierno no quiso intervenir. Como sí lo hicieron el líder de la oposición y Santiago Abascal.

«Lleva seis meses dedicado en cuerpo y alma a una sola cuestión: la amnistía. Tiene que darse cuenta de que cuatro años así son insostenibles. No hay quien los aguante, ni siquiera usted. La España real se siente desatendida. Los españoles sin antecedentes penales también requieren la atención del Gobierno», recriminó Feijóo a Sánchez.

El presidente estuvo hierático, como siempre, intentando aparentar una confianza que los suyos no gastan: los socialistas no tienen garantías de que Carles Puigdemont vaya a dar su brazo a torcer, y ya están alertando en privado de que la amnistía puede caer (aunque no está claro si como medida de presión a Junts o porque así lo creen realmente).

«Dejen ustedes de utilizar el metanol para hacer oposición. Las tres propiedades del metanol son: incoloro, como su proyecto político para España. Inflamable, como su afán como la hipérbole y el insulto. Y tóxico, como su catastrofismo económico y su afán para envenenar la convivencia», se zafó el presidente.

De esa España real que se siente «desatendida», según Feijóo, habló el líder de Vox. «La rebelión de los tractores detendrá su traición al campo español, que ya está en pie de guerra», le espetó Abascal a Sánchez. «Quieren (los agricultores) que desistan de su traición en Bruselas. Ustedes, señor Sánchez, y ustedes, señor Feijóo, porque ya ha dicho el señor González Pons que populares, socialistas y verdes son y serán coalición en Bruselas. Y por eso votan en comandita el 89 % de las veces en favor de ese dogmatismo ambiental».

Santiago Abascal, señalando a las bancadas del PSOE y del PPEFE

En las críticas de Abascal al PP se intuyó que los partidos están en campaña electoral. Después ya quedó más claro con la intervención del diputado socialista David Regades Fernández, que animó al ministro de Transportes a detallar lo mucho que ha invertido y sigue invirtiendo en infraestructuras el Gobierno central en Galicia. Ante las quejas de los diputados del PP, el socialista dijo verlos «especialmente nerviosos». «Estamos ante unas elecciones que somos conscientes de que van a perder», remató.