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Adoptados de origen ruso

Detenidos dos menores de 13 y 15 años como autores de la muerte de su madre en Castro Urdiales (Cantabria)

El cuerpo estaba oculto en los asientos traseros de un coche con signos de violencia

Ayer a media tarde la Guardia Civil recibe una llamada de alerta. Es una mujer mayor, muy angustiada, que les pide ayuda desesperada: «Mis nietos me acaban de llamar y me dicen que han sido secuestrados». Lo siguiente fue advertir al padre de los menores que estaba trabajando. Deja su puesto y junto con los padres de su mujer, acuden al cuartel de la Guardia Civil de Castro Urdiales.

Los agentes les toman todos los datos y piden al padre que les acompañe al domicilio para tratar de recabar pruebas. Hay urgencia. El hombre se muestra totalmente colaborador. Cuando llegan a la vivienda se encuentran el vacío y lo que podría interpretarse por signos de lucha.

El nerviosismo del hombre crece cada vez más. Se derumba y llora desconsolado. Llama a sus hijos, adoptados y de origen ruso, insistentemente pero los móviles dan apagados. Se pide una orden urgente al juzgado para que autorice la geolocalización de sus móviles y poder dar con su paradero. Tienen 13 y 15 años de edad. Los padres son españoles y la víctima hacía labores de catequista. Se llamaba Silvia López.

Cuando acaba el registro en la vivienda bajan al garaje. Allí encuentran a la mujer –de 48 años– muerta. Su cadáver reposa tumbado en los asientos de detrás del vehículo. Está maniatada y presenta evidentes signos de violencia. Son las 20.45 de la noche.

Los responsables de la investigación, ante el cariz de los acontecimientos, establecen una operación jaula. El cierre de las salidas de la ciudad de Castro Urdiales y el registro de todos los vehículos que quisieran abandonar la ciudad, Hay miedo por sus vidas. Horas después, sobre las 2.15 de la madrugada, dos agentes localizan a los menores en un parque. Nadie les ha secuestrado. Dócilmente acceden a acompañar a los agentes al cuartel.

Mientras, las pesquisas habían avanzado. Se cree que el hermano mayor, de 15 años, pudo haber asesinado a su madre con la complicidad del menor, que al tener solo 13 es inimputable. Algunas fuentes del lugar apuntan a que uno de los menores habría confesado ya el crimen. Se desconoce el móvil.

Las palabras de la delegada del Gobierno

Eugenia Gómez de Diego, delegada del Gobierno en Cantabria, ha realizado una comparecencia pública en la que ha aseverado que «los efectivos de la Guardia Civil están volcados en esclarecer todas las circunstancias que rodean este caso, y quisiera agradecer su diligencia».

«En estos momentos nuestros pensamientos están con la familia de la víctima, y también con estos jóvenes involucrados quienes independientemente de sus acciones necesitan apoyo, orientación, para enfrentar las consecuencias de sus actos», ha agregado Gómez de Diego en relación al suceso.

Igualmente, la delegada del Gobierno en Cantabria ha anunciado que «hoy el menor, de 13 años de edad, ha ingresado en un centro de protección de Menores siguiendo las indicaciones de la Fiscalía»; ya que es inimputable. Por su parte, el otro presunto autor del crimen, «el menor detenido», se encuentra «a disposición de la Fiscalía de menores a fin de que determine las medidas que proceda».

«Por el momento es todo lo que podemos avanzar. La investigación sigue abierta. Agradecemos la comprensión de todos. Reiteramos nuestro compromiso con la verdad, la justicia y la protección de los derechos de todos los ciudadanos», ha zanjado.

«No eran niños conflictivos»

Por su parte la alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, ha comparecido para anunciar que el Ayuntamiento declaraba tres días de luto oficial en la ciudad y para convocar a un minuto de silencio que tendrá lugar a las 13 horas. A preguntas de los periodistas, la primera edil, visiblemente emocionada, ha asegurado que no constaba que hubiese ningún conflicto previo entre los niños adoptados y su madre. «No eran niños en absoluto conflictivos. Académicamente, excelentes. Ningún tipo de conocimiento sobre ningún tipo de conflicto», ha apuntado. Así, ha pedido respeto «por la ley del menor y la investigación judicial en curso» así como por «los compañeros y profesores que han convivido con ellos, a los que lógicamente les ha desbordado –la noticia– y por la fallecida».