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Narcolancha incautada por la Guardia Civil en 2019Europa Press

La Guardia Civil se enfrenta a narcolanchas el doble de grandes y potentes que sus zodiac en el Estrecho

Los agentes fallecidos en Barbate tuvieron que utilizar la pequeña zodiac ya que no contaban con otra embarcación en condiciones

Los cuatro agentes de la Guardia Civil que el pasado viernes sufrieron la embestida asesina de los narcotraficantes tuvieron que coger una pequeña zodiac de apenas 6 metros de eslora ante la ausencia de ninguna otra embarcación que estuviera en condiciones de enfrentarse a las enormes y potentes narcolanchas que utilizan los traficantes de droga que trasladan el hachís de un lado al otro del Estrecho de Gibraltar.

Al contrario de lo que hace el Ministerio del Interior, las bandas que controlan el tráfico de hachís en el Estrecho no escatiman es gastos para hacerse con unas embarcaciones que les faciliten el transporte de sus cargamento de hachís.

Las zodiac de la Guardia Civil poco pueden hacer frente a las enormes narcolanchas de los traficantesKindelan

Se trata de una embarcación de 14 metros de eslora preparadas especialmente para coger la máxima velocidad gracias a su configuración aerodinámica que se enfrentan a las zodiac igual que cortan las olas del mar.

Disponen de cuatro motores que desarrollan hasta 300 caballos de potencia y una velocidad de 130 kilómetros por horas, de manera que poco pueden hacer las zodiac de la Guardia Civil que tan solo tienen un motor de 80 caballos de vapor con el que no sobrepasan los 60 kilómetros por hora.

Sin embargo, a pesar de duplicar el tamaño de las zodiac, las narcolanchas utilizan un número muy similar de tripulantes. Los narcotraficantes utilizan el número mínimo de tripulantes para poder dejar espacio para los paquetes de droga.

Tripulantes

El llamado 'gepetero' es quien controla el GPS con el que poder viajar de noche. Los narcotraficantes no atraviesan el Estrecho en línea recta, sino que, cada vez más, utilizan puertos alternativos y cada vez más alejados del de Algeciras, como era el de Barbate, para evitar la presión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Un piloto dirige la embarcación según las indicaciones del 'gepetero' mientras que dos estibadores dirigirán la llegada a la playa determinada para que sean los grupos de porteadores que esperarán en la costa los que transportarán la droga de la narcolancha a un lugar seguro y oculto.

Finalmente, un coordinador del grupo narcotraficante controlarán de que todo se desarrolle según lo previsto y la droga llegue al destino determinado.