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Joan Laporta, presidente del Fútbol Club BarcelonaCP

Investigación

La Guardia Civil concluye que la cúpula arbitral protegió a Negreira mientras influía para beneficiar al Barça

El Debate ha tenido acceso al informe definitivo que los agentes policiales han presentado al juez

Los agentes de la Guardia Civil que investigan los pagos del Fútbol Club Barcelona a José María Enríquez Negreira, exvicepresidente de los árbitros, han entregado un informe al magistrado Joaquín Aguirre, encargado de la investigación, donde concluyen que la cúpula arbitral tapó la influencia del número dos de los colegiados. En el informe, al que ha tenido acceso El Debate, los investigadores presentan sus conclusiones tras el registro que practicaron en el Comité Técnico de Árbitros (CTA) y las declaraciones que tomaron a más de una veintena de colegiados.

El pasado 28 de septiembre, cuatro efectivos del Grupo de Delitos Económicos y Tecnológicos de la Unidad de Policía Judicial de Barcelona irrumpieron por sorpresa en las oficinas de los árbitros, ubicadas en el interior de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas de Madrid, dentro del complejo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Estuvieron en su interior durante doce horas. Durante ese tiempo, sacaron decenas de cajas repletas de documentación. De la misma manera, fotografiaron pruebas que sostenían la ausencia de documentos clave que demostraban la capacidad de influencia de Negreira.

Justo antes del registro, concretamente en el mes de julio, los investigadores llevaron a cabo una batería de toma de declaraciones a una veintena de colegiados, entre los que se encuentran Antonio Mateu Lahoz, Santiago Jaime Latre y Alfonso Pino Zamorano, entre otros. Por ejemplo, el árbitro Mateu Lahoz confesó ante los agentes que los colegiados que se desplazaban para pitar al Barcelona solían reunirse con Negreira en un restaurante de su pareja y también acudían con el dirigente a un karaoke. El excolegiado también defendió que Negreira «era el coronel de Medina Cantalejo», actual jefe del CTA.

En las declaraciones de los árbitros también figuró en numerosas ocasiones Javier Enríquez Romero, hijo de Negreira, que también está imputado en la causa. Según el testimonio de los colegiados, Enríquez llevaba a los árbitros al Camp Nou en coches de lujo -en concreto Mercedes Coupé GLE de color oscuro- y que «era un acompañamiento al que no era fácil negarse porque era el hijo del jefe». También iba con ellos hasta los vestuarios. Según relató Latre, Enríquez Romero le llamaba por la mañana, acudía al hotel en el que estaba hospedado, tomaban un café y luego le acercaba al campo. También destacó que esto no era sólo con él que era una práctica habitual con la mayoría de árbitros que acudían a Barcelona.

Ahora, tras la recopilación y el análisis de todo este material, la Guardia Civil sostiene en el informe de conclusiones que ha entregado al juez Aguirre que cargos del CTA maniobraron para tapar la capacidad de influencia que tenía Negreira sobre los colegiados que dependían directamente de él. La actitud de Negreira, según la tesis de los investigadores, estaba motivada por las contraprestaciones económicas que percibía del Barça. Hasta el momento, la Guardia Civil ha cifrado en más de 7,5 millones de euros los abonos que el equipo azulgrana hizo durante más de dos décadas al exvicepresidente de los árbitros.

El próximo movimiento dentro de la causa será la toma de declaración del propio Negreira, que se llevará a cabo ante el juez Aguirre ya con las conclusiones de los investigadores. Inicialmente, la declaración se fijó para este miércoles, 21 de febrero. En cambio el magistrado la aplazó al 8 de marzo tras una petición de la defensa del colegiado. Ahora, la fecha está en el aire tras el abogado haber vuelto a pedir un cambio de día alegando problemas de agenda. Cabe recordar que Negreira ha tratado de eludir el banquillo de los acusados presentando un informe médico que sostenía que no estaba en condiciones de declarar al tener problemas de memoria. En cambio, el juez ha optado por tomarle declaración tras escuchar a los forenses del juzgado, que sostienen lo contrario.