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El expresidente catalán Carles PuigdemontEP

Investigación

El juez Aguirre pide a la Audiencia Nacional los informes policiales sobre le injerencia rusa que acechan a Puigdemont

La instrucción del magistrado ha sido respaldada y puesta como ejemplo por la Comisión Europea

El magistrado Joaquín Aguirre, que investiga el caso Voloh, la injerencia rusa en España a través de los líderes independentistas, ha solicitado a la Audiencia Nacional que le remitan los informes policiales que en su día se elaboraron sobre la presencia de espías rusos en Cataluña. En su último auto, el juez Aguirre deslizó la posible existencia de un delito de traición en el expresidente catalán Carles Puigdemont por pactar apoyo económico y militar de los rusos para sacar adelante el procés.

El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona ha dictado una providencia en la que solicita que se le remitan los informes policiales obrantes en la Audiencia Nacional «acerca de la presencia de determinados agentes de los servicios secretos rusos en España». También pide que se le mande el testimonio de las comisiones rogatorias enviadas a Alemania e Inglaterra con respecto a Jaume Cabani, uno de los cerebros financieros de Puigdemont.

Providencia dictada por el juez Joaquín AguirreEl Debate

El objetivo de la petición del juez Aguirre es revisar el trabajo policial que los investigadores llevaron a cabo para la Audiencia Nacional en 2019 y, de esta manera, poder contrastar los datos que obran en su poder. La instrucción del magistrado, respaldada y puesta como ejemplo hace dos semanas por la Comisión Europea, ha logrado acreditar varios encuentros entre enviados de Putin, el propio Puigdemont y personas de su máxima confianza, como su jefe de gabinete Josep Lluís Alay.

De todas las citas que se mantuvieron en Barcelona, la más llamativa tuvo lugar en la Casa dels Canonges, la vivienda oficial de Puigdemont durante su etapa como presidente de la Generalitat. Allí, tuvo lugar una reunión con dos agentes rusos que ofrecieron una dotación de 500.000 millones de dólares y 10.000 soldados rusos para que prosperara lo que los líderes independentistas denominaban República Catalana. A cambio, los emisarios de Putin pedían que Cataluña se convirtiera en un criptobanco para el país del este.