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Las notas que lleva Francina Armengol ante posibles preguntas de la prensaEFE

Lo que no se vio

Los nombres que Armengol llevaba apuntados en las notas de su comparecencia y después omitió

Sabiendo lo que se juega, la presidenta del Congreso preparó concienzudamente su alegato en defensa propia y también las respuestas que debía dar a posibles preguntas de los periodistas

Francina Armengol era consciente de la importancia de su comparecencia de este martes, un día después de que el PP registrara formalmente una petición de dimisión y de que la Fiscalía Europea abriera una investigación sobre las mascarillas vendidas por la trama a Baleares y Canarias.

No en vano, la presidenta del Congreso había permanecido callada las dos últimas semanas, mientras se habían ido acumulando indicios en su contra. Indicios que apuntan a algún tipo de connivencia con la trama corrupta.

Armengol preparó con su equipo su alegato en defensa propia y, también, las preguntas de la prensa que le podían caer justo después. Entre ellas ésta: «La llamó Koldo o Ábalos». Así figura textualmente en las notas que llevó la presidenta del Congreso a la comparecencia. Efectivamente, la pregunta sobre José Luis Ábalos y Koldo García cayó no una, sino varias veces. Pero en ningún momento ella mencionó los nombres del exministro de Transportes y de su exasesor. Tampoco aclaró quién fue la persona del Ministerio de Transportes que, en su nombre o en el nombre de otra, recomendó la compra de material a una empresa que no tenía experiencia en el sector sanitario ni tampoco actividad.

Armengol no leyó la respuesta que le había preparado su equipo en su literalidad. Era ésta: «Yo nunca he recibido indicaciones de nadie para contratar a una u otra empresa. Nunca. En eso quiero ser muy clara. Nunca. Ni tampoco he recibido nunca presiones para dejar morir una reclamación. Porque el sumario, si habla de Baleares, no es porque se haya hecho una compra de mascarillas, sino porque mi Gobierno empieza un proceso de reclamación contra esta empresa y es ahora, con el PP gobernando, que la empresa presiona y consigue».

Aunque sí afirmó algo parecido, con otras palabras: «A mí ni a mi Gobierno nadie, nadie es nadie, ni nos dio una orden, ni nos presionó, ni nos coaccionó, ni nos pidió que contratáramos a ninguna empresa. Y nadie es nadie. Ni eso, ni que renunciáramos a reclamar a la empresa», aseguró.

En las notas de la expresidenta de Baleares figura otra pregunta que tenía la seguridad de que le harían, con el encabezado «Petición de dimisión». Armengol leyó parte de la respuesta que llevaba escrita, y en la que destacó la sorpresa de que «quien pida mi dimisión sea el único que aparece con nombre y apellido en el sumario», en alusión al portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado. Aunque llevaba escrita otra parte que no pronunció, según figura en la foto de EFE. Ésta: «Siento mucho decir que me da la sensación de que todo esto tiene un pecado original y es no haber asumido los resultados electorales, no haber asumido que no tienen mayoría en el Congreso, que es la cámara de representación de la soberanía nacional».

Las explicaciones de la tercera autoridad no convencieron al PP. El propio Tellado señaló después en rueda de prensa la importancia de que Armengol no hubiera desmentido «si Koldo García o José Luis Ábalos contactaron con ella para extender la trama de mordidas a las Islas Baleares». Dos nombres tabú para la aludida.

En cambio, salieron en su defensa el portavoz del PSOE, el de Sumar y hasta la del Gobierno. «Ella ha dado cumplida cuenta. Hay un Gobierno que abrió un expediente y un Gobierno del PP que permitió que se caducara el reintegro», afirmó esta última, Pilar Alegría. «Para algunos todo vale. Ensuciar por ensuciar, señalar por señalar, todo le vale. Apoyo absoluto a la presidenta del Congreso, a Francina Armengol, que ha dado las explicaciones oportunas», añadió Patxi López. Por último, el diputado de Sumar Gerardo Pisarello remató: «Creo que Francina Armengol ha dado explicaciones claras, solventes. El PP está realizando un uso espurio y torticero de las instituciones».