El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el ministro de Justicia, Félix Bolaños, en una foto de archivo
El PSOE ignora la trama de corrupción que le salpica y estudia llamar a Almeida a la comisión del Congreso
Para intentar subrayar las diferencias entre los casos de Armengol y Almeida, los socialistas señalan que las mascarillas del Gobierno balear no tenían calidad suficiente para profesionales sanitario pero sí para los ciudadanos
Sin haber planteado que comparezca alguien de la trama de corrupción del PSOE por las mordidas cobradas en adjudicaciones de administraciones que ellos lideraban, Ferraz contempla llamar a comparecer al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, en la comisión de investigación que impulsan en el Congreso de los Diputados sobre los contratos de material anticovid durante la pandemia. El objetivo de Ferraz es que dé explicaciones sobre el caso de los comisionistas Luis Medina y Alberto Luceño.
«Creemos que la experiencia del señor Almeida puede arrojar luz sobre el modus operandi de muchos comisionistas que actuaron durante la pandemia aprovechándose del sufrimiento de todo el país, y como cualquier administración puede ser víctima sin necesidad de incurrir en connivencia ni delito alguno», indican fuentes socialistas a EP para justificar su posible asistencia.
En este sentido, en Ferraz afean que el alcalde de Madrid pida la dimisión de la presidenta del Congreso y expresidenta balear, Francina Armengol, «sin pudor». «¿Lo suyo fue una estafa?», cuestionan en relación al caso de Medina y Luceño, que se enfrentan a penas de 9 y 15 años de prisión, por este delito contra el Ayuntamiento.
Luis Medina, a su llegada a los juzgados de Plaza Castilla
«Fue el primo de Almeida quien propuso sus nombres al Ayuntamiento, tal y como reconoció en sede judicial», apuntan los socialistas, que señalan además que el consistorio de Madrid pagó más de 12 millones de euros mientras que el Gobierno de Armengol desembolsó 3,7 millones de euros.
Para intentar subrayar las diferencias entre los casos de Armengol y Almeida, el PSOE señala que las mascarillas del Gobierno balear no tenían calidad suficiente para profesionales sanitario pero sí para los ciudadanos. Por el contrario el material enviado Madrid por estos comisionistas era inservible, remarcan.
«Además, Baleares guardó las mascarillas hasta la declaración del fin de la pandemia a la espera de un posible uso y la reclamación comenzó en marzo de 2020. Almeida solo reclamó la estafa cuando sabía que la Fiscalía estaba investigando», han zanjado.