Miguel Roca, el padre que defiende nuestra Constitución como a una hija
El político catalán advierte en la Universidad de Oxford: «La polarización no interesa, es un negocio que siempre acaba mal»
«Soy un fan de la Constitución, me la creo, la quiero, la defiendo, la defenderé y para mí es la mejor del mundo». Con esta confesión inicial comenzaba Miguel Roca la conferencia magistral 'La Constitución de los 45 años' el pasado viernes en la Universidad de Oxford; organizada por el catedrático Javier García Oliva, profesor de Derecho Español en Oxford y Decano de la Facultad de Derecho de Manchester, junto a Matthew Dyson, Director del Instituto de Derecho Europeo y Comparado de la Universidad de Oxford, en colaboración con la Embajada de España en Londres.
Al inicio de la conferencia, el profesor García Oliva destacó: «El papel más significativo de Miquel Roca ha sido sin duda la redacción de la Constitución española de 1978 y del Estatuto de Autonomía catalán. No exagero al señalar el privilegio que siento al tener la oportunidad de conocer y escuchar a uno de los padres de la Constitución española, un instrumento que ha permitido a la nación prosperar dentro de una Europa más amplia. La España pacífica, segura, creativa e inspiradora, que formó mi generación y las que han venido y vendrán después de mí, es un legado del trabajo del señor Roca y de sus compañeros. La deuda de gratitud que le tenemos por ello es inmensa».
En este paraíso para los académicos donde desde hace siglos conviven en armonía tradiciones medievales, como rezar en latín antes de las comidas o llevar una rosa de distinto color en función de la materia del examen, con la ciencia más puntera del siglo XXI, más que una lección erudita, Roca habló sobre «su hija» de una manera distendida y afable como quien se siente rodeado de amigos, como el Embajador de España en el Reino Unido, José Pascual Marco, la Cónsul General de España en Manchester, Laura García Alfaya, así como profesores y alumnos de Derecho de la Universidad de Oxford.
Lo que España aportó a la historia de la libertad con la Constitución de 1978 no lo ha hecho ningún otro país del mundo
El que durante muchos años fue portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados llegó a Mansfield College acompañado de parte de su familia y, al ser uno de los siete padres de la Constitución, también venía con su «otra hija», la que guarda con mimo exquisito en su bolsillo y que abrió en varias ocasiones para comentar algún artículo. «Es la primera Constitución que España se dio tras escuchar la voz del pueblo. Por primera vez en nuestra Historia se redactó una Constitución y se preguntó a los españoles y el 90 % dijo que sí».
Con la pasión serena que le dan sus 83 años, Miguel Roca también resaltó de su criatura, que ya ha cumplido los 45, la edad de plenitud en los seres humanos, su contribución en el ámbito internacional y europeo: «Lo que España aportó a la historia de la libertad con la Constitución de 1978 no lo ha hecho ningún otro país del mundo. Resultó relativamente fácil ponerse de acuerdo porque hicimos lo que la gente anhelaba. Queríamos entendernos y estuvimos de acuerdo en una monarquía parlamentaria»; un sistema, que, como aseguró, «sigue siendo hoy en día más una garantía que un problema».
Además de «padre», también le gusta llamarse a sí mismo «escribidor» de la Constitución y se refirió a la seguridad jurídica tan necesaria en estos tiempos: «El Derecho descansa en la voluntad de cumplirlo y respetarlo». Y nos recordó a todos que «el pacto y el acuerdo fue la base de la Constitución. Si hay pluralismo, hay pacto. Aunque el moderador avisó al auditorio de que no cabrían preguntas de actualidad política, tampoco sobre Cataluña, poco a poco Don Miguel se fue soltando y analizó, como el maestro que es, la situación que vive nuestro país: «La polarización que toda España está viviendo nos afecta gravemente», hizo una pausa… parecía que el tiempo se paraba en Oxford y advertía de la importancia del «motor del recuerdo», porque «cuando los países pierden la memoria están construyendo la posibilidad de repetir los errores de la Historia». Y, como buen catalán que mira por la economía, recalcó que «la polarización no nos interesa, es un mal negocio, acaba mal».
Tenemos la gran responsabilidad de que todo lo que hemos construido durante tantos años no se pierda
En relación al escaso nivel académico e intelectual de los políticos, a diferencia de la preparación que tenían muchos de su generación, de manera indirecta, sin molestar y con un tono de andar por casa, el presidente del despacho de abogados Roca Junyent añadió que «a España le va la marcha» e instó «a los que dicen que la Constitución es mayorcita y que hay que jubilarla, por favor denme otro argumento para cambiarla». Como político protagonista de su generación, mide los acontecimientos según hayan tenido lugar antes o después de la Carta Magna, el año 0: «Porque queríamos empezar de cero. Construimos unas nuevas bases y fue posible hacerlo».
En el auditorio del Bonavero Institut for Human Rights del Mansfield College dedicado a fomentar la investigación en materia de derechos humanos, todos le escuchamos con suma atención, aunque quizás también se dirigía a otros que no estaban presentes, que ahora, si quieren, pueden escuchar el eco de su voz serena desde este altavoz que es Oxford. Y nos dice con la autoridad de un intelectual de paz: «Tenemos la gran responsabilidad de que todo lo que hemos construido durante tantos años no se pierda. Y al igual que Europa es una unidad en la diversidad, nosotros también». Fue concluyendo citando al historiador inglés y profesor de esta Universidad Timothy Garton Ash, que «en su obra Europa afirma que la Unión Europea no es comprensible si no se conoce lo que fue Europa en época de barbarie», la única referencia bibliográfica de Miguel Roca durante su intervención. Y terminó su conferencia con un punto de añoranza: «Me encanta decir esto en Oxford, una representación simbólica de lo que ha sido Gran Bretaña y que tantas veces hemos citado».
Y al caer la tarde llegamos al Corpus Christi College, uno de los más bellos de Oxford, donde los profesores británicos andan por estos patios góticos desde su fundación en 1517, centrados en la cultura clásica, Grecia y la antigua Roma; donde estudió, entre otros, el filósofo americano Thomas Nagel. Tras la cena y los brindis, el Embajador de España en Londres, José Pascual Marco, se levantó y tomando la palabra le dio a Miguel Roca las gracias por haber hecho «una casa para mi generación, porque una Constitución se puede comparar con una casa, donde familia, pero también amigos, pueden vivir juntos. Tiene que tener la flexibilidad para cambiar en alguna medida, aunque también unos pilares de carga, paredes sólidas, y tú has construido una casa para todos nosotros».
Pascual Marco, que en la época de Mandela fue diplomático en Suráfrica, recordó que allí «copiaron el modelo español, en el que se inspiraron para cerrar el acuerdo y hacer posible el final del apartheid». En este cruce de caminos donde intelectuales de todas partes del mundo vienen buscando la verdad, el embajador terminó su intervención citando al mismo Dios: «Como dijo Jesucristo, por sus obras los conoceréis y tú, Miguel, has dado muy buen fruto».