20 años del 11-M, la mayor matanza terrorista en España
A las 7:37 del jueves 11 de marzo de 2004 explotó la primera de las 10 bombas que lo hicieron en lo que después ha pasado a la historia como el 11-M. Y tan solo dos minutos y medio después estalló la última. El peor atentado terrorista de Europa en el siglo XXI acabó con la vida de 192 personas y dejó 1.857 heridos.
La primera detonación se produjo en el coche 6 de un tren que estaba parado en la vía 2 de la madrileña Estación de Atocha, y que iba desde Alcalá de Henares hasta San Sebastián de los Reyes. La segunda bomba de este ferrocarril explotó a las 7:38 -menos de un minuto después- en el coche 5; y la última en el 4. Las tres explosiones producidas en este tren causaron 34 muertes.
De manera prácticamente simultánea, a las 7:39, explosionó a la altura de la calle Téllez -muy cerca de Atocha- cuatro bombas en un tren con destino a la estación de Chamartín; en los vagones 1, 4, 5 y 6. Murieron 63 personas.
Por su parte, las detonaciones más brutales tuvieron lugar en la Estación de El Pozo, situada en el distrito de Puente de Vallecas. Dos artefactos explosivos -uno en el coche 4 y otro en el 5- implosionaron a las 7:38 horas y acabaron con la vida de 65 personas.
En la Estación de Santa Eugenia, en el madrileño barrio homónimo, una bomba a la misma hora que las de El Pozo explotó en el vagón 4 de un tren, provocando 14 muertes. Además, otras 16 personas fallecieron en hospitales de Madrid. Debido al gran número de asesinados hubo que habilitar el pabellón 6 de IFEMA a modo de morgue para acoger a los cadáveres.
La Respuesta política
A los tres días del atentado tuvieron lugar las elecciones generales de 2004, por lo que se hizo una lectura apresurada tanto de las consecuencias como de los motivos de la matanza. A las 11:00, apenas 3 horas después de las explosiones, el presidente José María Aznar -que estaba en funciones- convocó un gabinete de crisis en la Moncloa; con sus vicepresidentes, el ministro del Interior, el ministro de Defensa, el ministro portavoz, y los jefes de la Policía y la Guardia Civil.
Alrededor de las 13:30 dio una rueda de prensa el titular de Interior, Ángel Acebes, y aseveró que «en estos momentos las fuerzas y cuerpos de seguridad y el Ministerio del Interior no tienen ninguna duda que el responsable de este atentado es la banda terrorista ETA». En esta misma línea también manifestó de manera tajante poco antes de las 9:00 en la Cadena SER el entonces líder del PSOE y candidato a la Presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: «Una reflexión clarísima, es que ETA ha intentado intervenir en la campaña».
El contexto de la época apuntaba hacia la banda terrorista vasca por sus estrategias más recientes en la capital. Pocos días antes del atentado, el domingo 29 de febrero de 2004, dos etarras habían sido detenidos por la Guardia Civil en Cuenca y Guadalajara viajando a Madrid con sendos vehículos que contenían un total de 536 kilos listos para explosionar. Igualmente, en la Nochebuena anterior, la del 2003, ETA había intentado atentar en la Estación de tren de Chamartín con 50 kilos de explosivos, que la Policía pudo interceptar.
Sin embargo, en la tarde del día de la matanza se encontró una furgoneta blanca en el municipio de Alcalá de Henares que contenía una serie de detonadores y -además- unos casetes con audios en árabe. Por ello, en la comparecencia vespertina que realizó Acebes expresó que «en el asiento delantero se han localizado 7 detonadores, y entre otras cintas se ha encontrado un árabe que contiene versículos del Corán». «Y, por tanto, nuestra obligación y nuestra responsabilidad es abrir otra línea de investigación. Y además venir a contársela a ustedes con toda claridad», agregó.
El viernes 12 a las 11:30 el presidente Aznar compareció ante los medios y lanzó una pregunta retórica. ¿Alguien piensa que un Gobierno con dos dedos de frente en España, después de 30 años de terrorismo, ante un atentado como el de ayer no tiene que pensar, lógica y razonablemente, que puede ser esa banda su autora? Por ello, dictaminó respecto a ETA que «esa organización terrorista está hecha para matar».
Tras las actuaciones realizadas por la Policía, el ministro del Interior expresó en la tarde del día 13 -durante la jornada de reflexión- que «creo de relevancia informarles que a primera hora de esta tarde se ha producido por miembros del Cuerpo Nacional de Policía cinco detenciones. Tres de ciudadanos de nacionalidad marroquí, dos ciudadanos hindús, y otros dos españoles de origen hindú que en estos momentos se les está tomando declaración».
Debido a las novedades relatadas por el Gobierno, grupos de izquierda y de extrema izquierda convocaron a través de SMS una manifestación en frente de la sede nacional del PP para criticar al Ejecutivo por sus explicaciones. En torno a 5.000 personas acudieron a la calle Génova para lanzar proclamas como “vuestra guerra, nuestros muertos«, »las bombas de Irak estallan en Madrid«, »Aznar, culpable, es el responsable«, »vosotros, fascistas, sois los terroristas«, »mentirosos«, »asesinos« o »se nota, se siente que el Gobierno miente".
El candidato ‘popular’ a la Moncloa, Mariano Rajoy, tachó el sábado 13 la concentración ante la sede del PP de «ilegal». «He acudido urgentemente a la sede nacional del Partido Popular porque está ocurriendo en estos momentos una manifestación ilegítima que rodea toda nuestra sede, imputando además graves delitos al PP», apostilló. Por su parte, a las 21:30 salió el número 2 de Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, para señalar y generar sospechas sobre el PP: «Lamentamos que ese comportamiento ejemplar de los ciudadanos no se haya visto acompañado de un comportamiento semejante por parte del Gobierno. Los ciudadanos españoles se merecen un Gobierno que no les mienta».
Así las cosas, el domingo 14 de marzo el PSOE ganó las elecciones con 164 escaños, y Zapatero resultó investido un mes después gracias al apoyo de ERC, Izquierda Unida, Coalición Canaria, el BNG y el CHA.
Los terroristas y el juicio
La Policía encontró una mochila en Vallecas con explosivos -que pertenecía a los terroristas- y que contenía un teléfono móvil con una tarjeta prepago. Esta tarjeta había sido suministrada por un locutorio del barrio madrileño de Lavapiés, que regentaba el marroquí Jamal Zougam, arrestado el 13 marzo. Zougam acabó siendo condenado como autor material por haber colocado uno de los explosivos en los trenes tras haber sido identificado por distintos ciudadanos.
Por su parte, los investigadores descubrieron que las bombas empleadas en el 11-M habían sido armadas en una vivienda del municipio madrileño de Motaja de Tajuña, alquilada por Jamal Ahmidan, conocido por el sobrenombre de ‘el Chino’. Este individuo fue uno de los cabecillas de los asesinatos yihadistas, además del encargado de contactar con la trama asturiana, liderada por José Emilio Suárez Trashorras. Suárez Trashorras, minero de profesión, fue detenido el 18 de marzo de 2004 acusado de haber suministrado a ‘el Chino’ -gracias al contacto de Rafa Zohuier- 200 kilos de explosivos que había robado en una mina.
Además, gracias al ADN de unos huesos de dátiles y aceitunas hallados, la Policía descubre que los yihadistas se encuentran en un piso en la localidad de Leganés. El 3 de abril, Abdelmajid Bouchar, ‘el Gamo’, que se encontraba en el inmueble, bajó a tirar la basura, pero se percató de que había presencia policial en los alrededores. Por ello salió corriendo, sin lograr ser alcanzado por los agentes, y avisó al resto de los terroristas. Después de un tiroteo entre los yihadistas y los GEO, se ordena desalojar el edificio, y tras la decisión de asaltar la vivienda -alrededor de las 21:00- los terroristas se inmolan haciendo estallar 20 kilos de explosivo.
Ese día mueren -además del agente Francisco Javier Torronteras- todos los ocupantes del piso, Abdennabi Kounjaa, Rifaat Anouar Asrih, Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, Jamal Ahmidan, Mohamed Oulad Akcha, Rachid Oulad Akcha y Allekema Lamari.
En cuanto al juicio, se celebró en la Audiencia Nacional entre el 15 de febrero de 2007 y el 2 de julio de ese año. El juez Javier Bermúdez fue el presidente y ponente del Tribunal, mientras que la acusación pública la ejerció el fiscal jefe Javier Zaragoza. La sentencia dictaminó que los atentados del 11-M los materializaron «células o grupos terroristas de tipo yihadista».
Los principales condenados fueron Zougman, a 42.922 años de cárcel por ser el autor material de 191 asesinatos al haber colocado una de las bombas en el tren de la Estación de Santa Eugenia; Suárez Trashorras a 34.715 años de prisión por ser cooperador necesario en ciento noventa y dos delitos de homicidio, y a Othman El Gnaou -que colaboró en el traslado de los explosivos- a 42.922 años de cárcel por ser autor de un delito de pertenencia a banda armada. Así, la Audiencia Nacional condenó a 21 de los 28 procesados.
20 años después es palpable que la mayor masacre terrorista en España sacudió los cimientos de la sociedad. Los asesinatos de 192 personas -y los casi dos mil heridos- permanecerán en la memoria colectiva por el horror causado y por el gran número de afectados.
Especial realizado por:
Redacción: Ramiro Fernández. Diseño: David Díaz.