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La cabo Roberto Perdigones posa, en el interior de su cuartel, vestida de mujerEl Debate

La polémica de los cambios de sexo

La cabo Roberto Perdigones se ríe del Ejército paseando con un minivestido de camuflaje en su cuartel de Ceuta

En minifalda, tirantes y con la espalda al aire, así es el estilismo elegido por el militar gallego que se ha hecho viral por cambiar de género, sin modificar su aspecto, para fotografiarse en las inmediaciones de su acuartelamiento

El inverosímil testimonio de la cabo Roberto Perdigones, la semana pasada en varios magazines televisivos, era sólo el principio de la historia. Perdigones, uno de los 37 militares y policías de Ceuta que, presuntamente, habrían cambiado su género registral –pero no su nombre, ni su sexo, ni su pareja–, para beneficiarse de las mejoras que, por su condición trans, les permite la ley vigente, se pasea ya –por el cuartel en el que está destinada en la ciudad autónoma– enfundada en un minivestido de camuflaje, posando incluso para la ocasión, tras convertirse en protagonista de la noticia.

Ajena a cualquier tipo de polémica, la cabo Perdigones posa en el pasillo del cuartel sin el uniforme reglamentario, con un vestido de cuello halter, en tonos verdosos, que deja al descubierto buena parte de sus tatuajes. En las imágenes, a las que ha tenido acceso El Debate en primicia, la militar sonríe mientras alguien la fotografía, en calcetines, con una mano en la cintura y la otra apoyada en una de las paredes de las instalaciones interiores del centro en el que entrena y trabaja para el Ejército de Tierra.

La cabo Perdigones en el exterior del cuartel de CeutaEl Debate

En la siguiente instantánea, de hace unos días, Roberto se asoma al exterior del recinto, donde se encuentran varios de sus compañeros y mandos, ya calzada, y cubriendo su pierna izquierda con una rodillera de tipo ortopédico.

Las alarmas saltaban al conocerse que el de Perdigones no era un caso aislado en el seno de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. De hecho, más de una treintena de militares y policías habrían accedido, también como ella, a una modificación de sus circunstancias registrales, para adquirir la condición de mujer, sin transición física alguna, conscientes de que dicho cambio les proporcionará, entre otros privilegios: una habitación individual en la base militar; les permitirá llevar el pelo largo, aunque recogido durante la jornada laboral, como el resto de las soldados o agentes; y, podría hasta suponer una mejora en las condiciones de jubilación.

A pesar de ser, biológicamente, un hombre heterosexual, dice sentirse una mujer bigénero, lesbiana e intersexual

Tal y como desvelaba públicamente en una de sus recientes entrevistas, la cabo Roberto se define como una mujer lesbiana, a pesar de que biológicamente sigue siendo un hombre y no entra en sus planes, ni cambiar su sexo natural ni modificar su aspecto físico. Al menos, en lo que se refiere a sus atributos y al hecho de que, por el momento, continúa llevando el pelo corto, y vello facial en forma de barba y bigote, aunque en las nuevas imágenes a las que ha tenido acceso este diario sí aparece con atuendo femenino.

Su testimonio provocaba una descomunal polémica en redes sociales, donde miles de cuentas y avatares mostraban su rechazo al testimonio prestado por Perdigones y abrían un encendido debate sobre el posible «fraude de ley» del militar. «Me lo tomo todo con humor. Yo soy yo y me da igual lo que opinen o piensen de mí. Yo soy como soy y a quien no le guste que se compre una vida», aseguraba la cabo Roberto ante los micrófonos.