Vox afronta las europeas como una «oportunidad histórica» para revertir las políticas «devastadoras» de las «élites» de Bruselas

El 9 de junio los europeos están llamados a las urnas, y Vox, integrado en el grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), considera que en estas elecciones hay una «posibilidad real» de conformar una mayoría a la derecha del Partido Socialista, con un peso importante de los conservadores, que posibilite cambiar radicalmente el rumbo de la Unión Europea, que, a su juicio, ha derivado en el último cuarto de siglo en un organismo cada vez más grande que emite de forma constante regulaciones y directivas y del que salen políticas con efectos nocivos para las industrias, las pequeñas y medianas empresas, el campo y la sociedad en general.

Los eurodiputados Jorge Buxadé, jefe de la delegación de Vox, y Hermann Tersch protagonizaron este jueves un coloquio, moderado por el director de la Fundación Disenso, Jorge Martín Frías, durante el acto de presentación del documental lanzado por esta entidad llamado 'El futuro de Europa', que viene a reflejar la evolución de las instituciones europeas a lo largo de estas décadas y el «alejamiento» de lo que denominan las élites de Bruselas de los pueblos de las naciones que conforman la Unión Europea.

Ambos trasladaron la importancia que tienen los próximos comicios para el devenir de Europa. Ven en ellos una «oportunidad histórica» para revertir las políticas «devastadoras» que se han ido aplicando -en los últimos años bajo el liderazgo de Úrsula Von der Leyen- y de las que aseguran que ya se están viendo sus efectos y que seguirán viéndose en los años venideros si no se suprimen.

Tersch denunció la «perversión en la que se han convertido las instituciones» de la UE, convertida en un «monstruo que ha cogido una dinámica que crece sin cesar», con esa continua firma de regulaciones y reglamentos, muchos de los que cuales, expresó, tienen unos «efectos negativos para sectores estratégicos». Un ejemplo es el Pacto Verde Europeo, del que subrayaron que cuando se votó solo Vox lo hizo en contra, y cuyas consecuencias han llevado a los trabajadores del sector primario a salir a las calles en señal de protesta las últimas semanas.

La falta de liderazgo, o de unas «buenas élites» que lleven a Europa hacia «el bien y la verdad», la invasión migratoria que está llevando al Viejo Continente «al colapso», y cuyos efectos ya se están viendo en Alemania, Bélgica, Francia, Suecia u Holanda, la «progresiva islamización» y la «debilidad moral de Occidente» son los problemas que se ciernen sobre Europa, destacó Buxadé.

Y todo ello dentro de un proceso de «disolución de la identidad nacional», en palabras de Hermann Tersch, que considera que quienes trabajan para esta disolución están convencidos de que en ella «tienen los mecanismos de control de la sociedad», y de ahí la «obsesión por acabar con las naciones».

La pérdida de la soberanía es una de las cuestiones en las que Vox lleva poniendo el acento desde su origen como uno de los problemas de base que tiene Europa. De hecho, en reiteradas ocasiones sus dirigentes han señalado, ante la acusación de que no creen en Europa, que defienden una Europa de naciones libres y soberanas. Este es uno de los puntos que les une a aliados internacionales como Giorgia Meloni (Italia), Viktor Orban (Hungría) o Mateusz Morawiecki (Polonia), entre otros.

Se mira hoy desde España a la Unión Europea como la que puede lograr en último término que, por ejemplo, se frene la amnistía, recién aprobada en el Congreso. De hecho, a ella han llegado numerosas denuncias de la sociedad civil y de la oposición. Para Buxadé, la idea introducida por el filósofo Ortega y Gasset de que «España es el problema; Europa, la solución» ha hecho, sin embargo, «mucho daño», y esa teoría ha calado, algo de lo que responsabiliza al PP.

A este la formación de Abascal le ha recriminado recientemente que solicitara un informe a la Comisión de Venecia -a la que el eurodiputado considera que se le ha pretendido atribuir erróneamente «un poder tremendo» que no tiene- sobre la ley amnistía que ha terminado siendo utilizado por Moncloa para avalar de cara a la opinión pública la polémica norma.

También reprochan a los populares que se sienten con el PSOE a negociar la renovación del CGPJ y que lo hagan con la intermediación del comisario europeo Didier Reynders, «un mediador extranjero, belga, del país que ha rechazado las órdenes de entrega y detención de Puigdemont durante cinco años». Precisamente este miércoles tuvo lugar la tercera reunión, en Estrasburgo, de la que salieron sin avances y emplazándose a una cuarta a finales de este mes en Madrid. «¿Cuánto vale la soberanía judicial española?», preguntó Buxadé.

Tanto él como Tersch criticaron que el PP europeo y el PSOE votan lo mismo «el 91 % de las veces» en Bruselas, haciendo alusión a las declaraciones del popular Esteban González Pons durante un debate en el que afirmó que su partido era coalición con los socialistas y los verdes. Así, Hermann Tersch señaló que populares y socialistas se encuentran en una «socialdemocracia difusa», desde que la UCD (Alemania), con Angela Merkel, asumió un «discurso socialdemócrata», y que hoy existe en la UE un «partido único», que cree puede romperse el 9 de junio.

Tersch recalcó, en este sentido, que por primera vez, con esta cita electoral, existe la posibilidad de que haya una alternativa a la derecha, una corriente hacia las fuerzas conservadoras, y que los resultados podrían llevar al PP a un «dilema existencial» a elegir entre la izquierda o la derecha. «Nos estamos jugando Europa. (...) Vamos a poderle dar la vuelta a todo esto», aseguró Buxadé, apelando a lograr los votos que permitan un Vox fuerte.