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Pedro Sánchez bromea con María Jesús Montero y Félix BolañosEFE

El más difícil todavía

Sánchez intenta resistir sin Presupuestos y con cuatro socios en guerra electoral

El adelanto catalán no ha sido buen negocio para el presidente: los independentistas tienen su amnistía, pero él no tiene cuentas públicas. Desde la Moncloa aseguran la «estabilidad»

Hace una semana Pedro Sánchez defendía que la legislatura durará cuatro años y ahora, tras el adelanto electoral en Cataluña, sigue defendiendo lo mismo. Este jueves, los socialistas trataron de aparentar y trasladar calma, como si no estuvieran sentados encima de un volcán en erupción tras la decisión del presidente catalán de convocar elecciones para el 12 de mayo.

La situación es ésta: los independentistas tienen su amnistía, pero Sánchez no tiene Presupuestos. Además, las elecciones vascas y sobre todo catalanas forzarán las costuras de la mayoría Frankenstein, puesto que en ellas se enfrentan el PNV y Bildu por una parte; y ERC y Junts por la otra. Y a todos necesita el presidente todo el tiempo.

«El Gobierno sigue siendo el Gobierno. Las elecciones son en Cataluña», trasladaron desde el entorno del presidente, restando hierro al parón de una legislatura que avanza a trompicones. «Que nadie ponga en duda la estabilidad», añadieron. «Queremos estas elecciones. Nos viene bien tras la amnistía, es el momento», llegaron a decir, en alusión a los posibilidades de que Salvador Illa vuelva a ganar, como ya lo hizo en 2021 (en votos, pero empatado a escaños con Esquerra). Aunque entonces los independentistas firmaron una coalición que después saltó por los aires, y esta vez esa fórmula parece muy improbable.

La Moncloa vs la realidad

Pero el ambiente vivido este jueves en el Congreso, precisamente el día en que el Pleno aprobó la ley que debía asentar la legislatura, contrasta con la versión de la Moncloa. Por una parte, ERC y Junts dieron por inaugurada la precampaña electoral aprovechando el debate de la amnistía, en el que ambos apretaron la soga del referéndum al cuello del presidente. Por la otra, el resto de los socios de Sánchez mostraron su malestar con la decisión de éste de renunciar a aprobar los Presupuestos Generales de 2024.

La que más, Yolanda Díaz: «Los equipos de Sumar y del PSOE estaban reunidos negociando cuando Moncloa decidió no continuar con los Presupuestos», denunció. «Respetamos la posición del presidente del Gobierno, pero no la compartimos. Sobre todo, porque hay que seguir gobernando», añadió, golpeando así la línea de flotación argumental del PSOE. Esta es: es perfectamente posible gobernar con los Presupuestos prorrogados de 2023 y empezar a trabajar en los de 2025.

Las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz, este jueves en el PlenoEFE

La vicepresidenta segunda tenía motivos para desviar la atención, para que no se hablara de su infructuoso intento de convencer a los Comunes (que forman parte de Sumar) para que aprobaran las cuentas públicas catalanas pactadas entre ERC y el PSC. Pero es que no fue ella sola. También otras formaciones se quejaron, porque muchos de los compromisos que adquirió Sánchez en noviembre para ser investido presidente debían concretarse en los Presupuestos de este año.

«No vamos a permitir que esa decisión afecte al incumplimiento de medidas que afectan a los gallegos (…). Hay un acuerdo firmado», recordó el diputado del BNG Néstor Rego a Sánchez. Por su parte, el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, lamentó la «situación de inestabilidad enorme» a la que aboca esta decisión, que en opinión de los morados muestra a un Gobierno «absolutamente desnortado».

Algo mejor se lo tomó Bildu. Su portavoz, Mertxe Aizpurúa, lamentó que unas cuentas que iban «bien encaminadas» se queden en papel mojado. No obstante, aunque dejó caer que no es «agradable», tampoco un «drama». Sí lo es para Coalición Canaria. Su diputada, Cristina Valido, se dijo «preocupada». «No es cierto que no pasa nada por prorrogar los Presupuestos (…). Hay temas muy importantes que están en el aire y que esperamos que se aclaren en las próximas semanas», añadió.

La vicepresidenta Montero insiste en que no tenía lógica empeñarse en unos Presupuestos que no iban a salir

Desde el Gobierno, la vicepresidenta María Jesús Montero insistió ayer en que no tenía lógica empeñarse en aprobar unos Presupuestos que de ninguna manera Junts y ERC iban a apoyar a la vez, por cálculos electorales. En realidad, ya antes del adelanto de los comicios la ministra de Hacienda iba muy apurada con los tiempos. Porque el independentismo catalán se negó a cerrar acuerdo presupuestario alguno hasta que, el jueves pasado, la Comisión de Justicia desatascó la ley de amnistía.

Fuentes gubernamentales niega, incluso, que la legislatura haya quedado en punto muerto hasta que haya nuevo gobierno en Cataluña. Ven factible que, durante estos meses, ERC y Junts aprueben leyes salidas del Consejo de Ministros, a pesar del clima electoral. «En los Presupuestos todos los partidos van a sacar dinero, pero en las demás leyes no tienen que pedir. Votan sí o no», razonan las mismas fuentes.