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Crónica Negra

Andrea, la desaparecida a la que nadie busca porque su padre se niega a denunciar su ausencia

Se llama Andrea, tiene 32 años y desapareció en Madrid el pasado mes de enero: nada se sabe de ella

La frustración de Gema, su hermana, es tremenda. No tiene noticias de Andrea desde el 18 de enero. Han pasado más de dos meses y no ha logrado que nadie se movilice. Ella misma no puede poner denuncia porque vive en Estados Unidos, concretamente en Luisiana. Sus recursos económicos son limitados y no puede viajar a nuestro país: «He intentado ponerme en contacto con la embajada de España en Washington, porque aquí no hay, pero me es imposible. Nadie me atiene», protesta desesperada.

Andrea llegó a nuestro país desde Venezuela hace un año. Aterrizó con su hija de 11 años y su pareja, el padre de la menor. Lo que imaginaron con ilusión no funcionó. Después de instalarse en Madrid, los planes de una nueva vida se vinieron abajo.

Ella conoció a un joven y se hicieron novios. Se fueron a vivir a Mostoles. Aguantaron tres meses. Según cuenta él, discutieron y ella decidió abandonar la casa. «Yo hablé con los dos, también el novio, el 18 de enero», cuenta Gema, su hermana. «Ella estaba muy callada. Desde entonces no he vuelto a tener contacto con ella. No puedo ver sus cuentas bancarias, pero sus redes sociales no se mueven. El 25 de enero publicó un video de un camello, algo sin sentido y nada más desde esa fecha».

Imagen de Andrea, la joven desaparecida en MadridEl Debate

Gema inquieta habló con el novio para pedirle una explicación: «Me dijo que la había visto agarrada de otro chico y que había empezado una nueva relación, pero me cuesta creerlo. Su hija volvió a Venezuela y siempre la ha felicitado por su cumpleaños. Esta vez no. Estoy convencida de que algo le ha pasado».

Si sospecha del ex novio, Gema no lo verbaliza. «Está raro, le he pedido contactos de sus amigas, y no me la pasa. Eso me suena mal», pero no dice nada más. No es el único varón con un comportamiento extraño. «Yo no he podido poner denuncia. Andrea y yo tenemos la misma madre, pero diferentes padres. Él de ella vive en España. Le hablé para que presentase denuncia y dijo que no quería problemas y que no pensaba hacerlo». Desgraciadamente nadie busca ahora mismo a Andrea y a los únicos que les importa viven en otro continente.