Sánchez, obligado a un aterrizaje de emergencia cuando se iba de vacaciones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha tenido que realizar un aterrizaje de emergencia este miércoles después de que el Falcon 900 en el que viajaba a Rota para pasar unos días de vacaciones en Doñana sufriera una avería en pleno vuelo. El avión ha regresado a Torrejón de Ardoz, donde el jefe del Ejecutivo y su familia han tomado otra aeronave oficial en la que han viajado hasta Rota, donde han aterrizado poco antes de las 19 horas.

El primer avión partió de la base aérea de Torrejón de Ardoz a las 4:41 horas de esta tarde y cuando llevaba 16 minutos de vuelo y ya se encontraba a la altura de Ciudad Real, el Falcon 900 ha empezado a perder velocidad y altura, probablemente tras sufrir una despresurización.

Obligado a descender

En concreto, el avión en el que viajaba Sánchez ha tenido que descender desde los 9.400 metros de altitud a los 3.200 en unos siete minutos, por lo que el piloto del Ejército del Aire ha decidido regresar a la base de Torrejón y realizar un aterrizaje de emergencia, que ha efectuado a las 5:30 horas.

Media hora después, Sánchez y sus acompañantes embarcaban en otro Falcon de la Fuerza Aérea Española y partían de nuevo hacia Rota, en cuyo aeropuerto ha aterrizado el avión a las 6:54 horas.

Según fuentes del Gobierno, lo ocurrido ha sido un incidente técnico sin mayor importancia, pero ha provocado que se aplicara el protocolo de seguridad y que la aeronave regresara a la base de Torrejón de Ardoz.

Gira por Oriente Próximo

Como es habitual, el presidente del Gobierno tiene previsto pasar estos días de Semana Santa en el Palacio de Las Marismillas, en el Parque Nacional de Doñana. Sánchez retomará su agenda el próximo lunes, cuando emprenderá una gira por Oriente Próximo que le llevará a Jordania, Arabia Saudí y Qatar, donde tiene previsto abordar la situación de Gaza e Israel, tras el ataque de Hamás.

Tanto los Airbus de la Fuerza Aérea Española, que se emplean para largo recorrido o para un elevado número de pasajeros, como los Falcon, más pequeños y con menor autonomía, tienen ya muchos años de antigüedad y presentan averías con cierta frecuencia. Por esa razón, cuando Sánchez se desplaza al extranjero suele hacerse acompañar por un segundo avión en el que poder continuar el viaje o regresar en caso de que se averíe el primero.