Investigación
Así funciona la polémica «cátedra» de Begoña Gómez especializada en la captación de fondos
La esposa del presidente dio solo 26 horas de clases de un máster y se rodeó de directivos para potenciar la cátedra creada para buscar financiación en empresas y administraciones
Desde 2012, Begoña Gómez ejerció como una humilde docente en un curso de la Fundación General de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) para preparar a los alumnos como técnicos en «fundraising», el concepto que engloba el aprendizaje en la captación de fondos públicos y privados para el llamado «tercer sector», copado por las organizaciones no gubernamentales y otras entidades sin aparente ánimo de lucro.
Esos estudios dieron el salto a la categoría de máster y se trasladaron a la Escuela de la UCM dos años después, con la propia Gómez en un papel aún secundario: durante cuatro cursos, entre 2014 y 2019, apenas dio 15 horas de clase por edición y sus emolumentos no pasaron, haciendo una media por cada uno de ellos, de mil euros, con un pico de 1.440 euros y un vale de 750 euros, según consta en la documentación interna a la que ha accedido El Debate.
Todo eso cambió en 2019, cuando la esposa del ya presidente se convirtió en codirectora del máster, y especialmente en 2020, con un salto definitivo: la Complutense creó una «cátedra» para ella, con el mismo contenido que el máster que ya dirigía, mediante un convenio de colaboración con dos empresas relevantes, Reale Seguros y La Caixa, a través de su fundación.
Y la puso al frente. Era el último trimestre, apenas dos meses después de las polémicas reuniones que mantuvo con Javier Hidalgo, presidente de Globalia, en la sede de la empresa que después logró un rescate histórico con dinero de un fondo público creado por Pedro Sánchez en esas mismas fechas.
Ése fue el gran despegue de Begoña Gómez, que a partir de ese momento se dedicó en cuerpo y alma a gestionar una herramienta con la que se pretende unir a empresas privadas, ONG y la Administración Pública, con fórmulas, acuerdos, convenios y contratos beneficiosos para todas las partes.
Las cifras de todo ello son de momento un misterio, por la imposibilidad de conocer aún qué alianzas se trabaron desde la cátedra y cuáles fueron las condiciones económicas, si las hubo, entre todas las partes. Sobre todo ello ha preguntado El Debate tanto a La Moncloa cuanto a la UCM, sin que haya habido respuesta al cierre de esta edición.
Pero sí se conocen, por primera vez, las tripas del «invento» universitario: Gómez ingresó y gestionó al menos 50.000 euros desde su «cátedra», una herramienta con la que además pudo adentrarse en el mundo de la captación de fondos públicos y privados y contactar con empresas como Globalia.
Así se desprende de la documentación oficial de la propia Universidad Complutense a la que ha accedido El Debate, en la que se consigna una parte de las operaciones económicas decididas por la esposa del presidente, responsable de al menos dos productos con sello académico conectados: la «Cátedra Extraordinaria para la Transformación Social Competitiva» y un máster con el mismo nombre.
Con el segundo, que se impartió en el curso 2021/22 y no se celebró en la siguiente edición por causas desconocidas, Begoña Gómez cobró 4.352 euros en concepto de codirección, 3.640 euros por «docencia teórica» y otros 140 euros por participar durante una hora en un tribunal.
Gómez inició su relación con la Complutense, pero su gran salto llegó cuando ya acompañaba en La Moncloa a su marido
En el caso de la labor docente, Gómez obtuvo esa retribución por dar 26 horas de clase de un curso que no volvió a convocarse al año siguiente de su estreno, al menos según los documentos de la Universidad Complutense, si bien la web de estos estudios asegura que este año se ha convocado ya la cuarta edición, probablemente porque se computan ediciones en las que o Gómez no estaba al frente o se desarrollaron aún sin estar creada la cátedra, desde otros organismos universitarios.
La cátedra despega
Para 2022/2023, en cualquier caso, la esposa del presidente se concentró ya en el desarrollo de la cátedra, gestionando al menos 42.000 euros en dos proyectos cuyo uso y beneficiarios no están detallados: 18.148,79 euros en un «Servicio de Consultoría y Asesoramiento para la puesta en marcha de una plataforma de gestión y medición de impacto para PYMES» y otros 24.200 euros en «Servicios de desarrollo de la plataforma de impacto social», sin más precisiones.
Lo que sí es seguro es que en ese ejercicio la «catedrática» se concentró en actividades externas que hoy resultan polémicas por la estrecha relación con las funciones y decisiones de su esposo. Quizá por eso la UCM le ha reiterado a este periódico, en varias resoluciones, que no existe una relación contractual directa entre la institución y la aludida, pese a lo cual la designó atendiendo a lo que la Universidad considera «casos excepcionales».
En marzo de 2023 se dedicó a trabajar en las «Tendencias en la Captación de Fondos para emergencia e investigación», según figura en la documentación en posesión de este periódico.
En junio de ese mismo año se concentró en disertar sobre cómo crear «Una red de Pymes como parte de tu estrategia de captación de fondos» para el XXI Congreso de Fundraising y en «Relaciones estratégicas para la captación de fondos» para la Fundación Pere Tarrés. E incluso un mes antes, en mayo, pudo trabar relaciones internacionales al participar en una Cumbre Académica en Santiago de Compostela con representantes de Latinoamérica y el Caribe.
Rumbo a Punta Cana
Antes de todo eso, en junio de 2022, también acudió a una cita internacional que, extrañamente, no aparece en la memoria de actividades de la «cátedra» en la que sí se consignan todas las citas referidas a la captación de fondos.
Se trata del congreso del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI) en la República dominicana, en concreto en Punta Cana, organizado por la presidenta de la consultora Atrevia, Nuria Vilanova, los días 1 y 2 de aquel mes, con un programa lúdico posterior que incluyó un torneo de golf o visitas turísticas organizadas.
Y también una cena de homenaje a un potentado colombiano, Jaime Gilinski, propietario de una corporación empresarial y bancaria en su país, y galardonado para la ocasión con el premio «Enrique V. Iglesias» en una ceremonia en la que Begoña Gómez posó junto a la élite organizadora y patrocinadora del evento.
Aunque el cónclave no aparece en la memoria, Gómez fue una de las panelistas en su calidad de directora de la «Cátedra». Y allí, en el lujoso complejo donde se celebró el encuentro, coincidió entre otros con los ministros Reyes Maroto y Jordi Hereu y un sinfín de empresarios de ambos lados del Atlántico.
Ya por entonces estaba muy bien acompañada en su propia «cátedra», el gran trampolín para poderse personar en cualquier actividad destinada a teorizar sobre la captación de fondos, con una prestigiosa tarjeta universitaria y su condición de esposa del presidente del Gobierno.
Porque su máster, una vez dio el salto con esa «cátedra» propia, reclutó también a un claustro de profesores bien selecto, con directivos de empresas como Prisa Media, Santander, ONCE, KMPG, Acciona o Iberdrola, entre otros.
Ése ha sido el viaje de Begoña Gómez en una década académica, reconstruido por El Debate con documentos oficiales de la Universidad Complutense y el rastro de sus actividades públicas en distintos momentos. Lo cierto es que el afán de especializarse en la captación de fondos es previo a la llegada de Pedro Sánchez a la Presidencia.
Pero tan cierto como eso es que su gran salto llegó al acompañarle a La Moncloa: desde ese momento, logró una cátedra, la dirección del África Center, la participación en incontables eventos relacionados con ese nicho de mercado de los fondos públicos o privados y las relaciones de primera línea, políticas o económicas, en España y otros países.
La incógnita es conocer cuáles fueron las consecuencias económicas de todo ello y en qué medida las decisiones del propio Sánchez repercutieron en beneficio de las alianzas y tratos que ella haya podido tener en estos años ahora bajo la lupa.