Investigación
La UCO cazó hace dos meses a la cúpula de la Federación comiendo con el constructor acusado de sobornar a Rubiales
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil inmortalizó una comida que tuvieron dos miembros de la cúpula de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) con uno de los directivos de la constructora Gruconsa, acusada de pagar sobornos a Luis Rubiales. Precisamente, el expresidente de la Federación acaba de ser detenido por la UCO en el aeropuerto de Barajas tras aterrizar en Madrid en un vuelo procedente de la República Dominicana.
Tal y como figura en un informe de la UCO, el pasado 7 de febrero -es decir, hace apenas dos meses- el abogado Tomás González Cueto, mano derecha de Rubiales y asesor jurídico externo de la Federación y José Javier Jiménez alias ‘Jota’, director de Recursos Humanos de la RFEF comieron con Ángel González Segura, directivo de Gruconsa, y con José Antonio Carranza, también de la constructora. El almuerzo, que tuvo lugar en el restaurante De María de Majadahonda, a las afueras de Madrid, fue monitorizado por un equipo operativo de investigadores.
Los agentes sostienen que esta comida fue clave porque varios días después, concretamente el 20 de febrero, el directivo de Gruconsa recibió una llamada de Miguel García Silvero, el técnico de la Federación encargado de las obras de la entidad deportiva, en la que le comenta que le ha dicho ‘Jota’ «que necesitan tres presupuestos para presentarlos a la Comisión Económica». Ante esto, el alto cargo de la constructora respondió que «los busca el jueves por la mañana de empresas que trabajan para ellos».
Posteriormente hubo una segunda llamada de Cueto en la que se pacta el día exacto en el que se organizaría la reunión económica en la que se iban a pactar la adjudicación de los contratos que hoy están en el punto de mira de los tribunales. Finalmente, el 27 de febrero se lleva a cabo la Comisión Económica y se da luz verde al contrato del que los investigadores sostienen que se pagaron mordidas a Rubiales. Para la Guardia Civil, estas llamadas telefónicas dejan al descubierto la táctica que tenían los directivos de la Federación de Rubiales para adjudicar a Gruconsa de manera irregular la reforma del estadio sevillano de La Cartuja.