Fundado en 1910

Dibujo dedicado a los dos gemelos asesinados, Iago y María, de ocho años

Chocantes declaraciones

«El asesino era buen padre», afirma el hermano de la mujer asfixiada y tío de los gemelos estrangulados en El Prat

Carlos, hermano de Vanessa y tío de Yago y María, ha acudido a la casa dónde se cometieron los crímenes a rescatar al gato y llevarse documentos

Cualquiera hubiese esperado rabia o algo de cólera, pero todo lo contrario: Carlos, el hermano de Vanessa y tío de los pequeños Yago y María, ha mostrado una serenidad profunda. No ha maldecido ni ha echado pestes sobre el asesino de sus tres seres queridos. Todo lo contrario. Sus palabras han sido reflexivas, explicando qué había detrás del crimen y cómo se había llegado a esta situación.

«Roberto, mi cuñado estaba pasando una crisis psiquiátrica profunda, tuvo un intento de suicidio unos meses antes y simplemente se le había dado un tratamiento psicológico y una medicación. Yo pienso que en estos casos ningún padre quiere matar a sus hijos. Estas personas tienen una crisis de la personalidad profunda y habría que separarles de sus familias, darles un tratamiento, si es posible ingresados en un hospital. No se les puede dejar en casa».

Así cree Carlos que se podía haber evitado el triple crimen, porque a continuación explica: «Mi cuñado nunca le ha levantado la voz ni la mano a mi hermana. Siempre ha sido un padre excelente, una excelente persona durante los 20 años de relación. A nosotros, a la familia de materna, nos cuesta mucho juzgarlo por estos hechos».

El hermano de Vansessa cree que su cuñado pudo abandonar la medicación: «Después del intento de suicido yo no se si estaba tomándose la medicación, si sé que una persona que se intenta suicidar y le tienes que dar la baja laboral y está viviendo con su familia es un riesgo, habría que haberlo separado de sus seres queridos y cuando esté recuperado con garantías reintegrarlo».

Los detalles de la autopsia

La idea que planea sobre el móvil del crimen es que Roberto se convenció de que esta vida era insana, perversa, peligrosa y, en su cabeza enferma, decidió quitar la vida a sus seres queridos para protegerles y luego suicidarse. Es lo que se deduce de lo que cuenta Carlos: «Las personas deprimidas se les trastorna la personalidad y se debió suicidar después de darse cuenta de la barbaridad que había hecho. Mi hermana tenía un historial de 20 años de relación maravillosa con él».

Lo cierto es que la autopsia apunta a que estranguló a su mujer y a su hija primero, ambas con un cinturón o un pañuelo y luego a su hijos con sus propias manos. Los investigadores sospechan que los sedó en la comida y les robó la vida después. Por eso en su coche encontraron una nota en la que pedía perdón y afirmaba que no era un caso de violencia de género.