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Entrevista al autor de Éxodo y Poder

Graciano Palomo: «Feijóo sabe que tiene una sola bala. Si no forma gobierno en la próxima legislatura, puerta»

El escritor también ha subrayado durante su entrevista con El Debate que «el PP ha estado tres veces en trance de desaparición», pero que «no lo ha hecho porque está incardinado en los pueblos»

Graciano Palomo es un distinguido periodista que acaba de publicar el libro Éxodo y Poder: Una historia crítica de la derecha española. Según las palabras del propio autor, su objetivo era hacer una obra para «los historiadores» pero con un estilo ameno e incluso humorístico. Así, retrata a muchos de los líderes de la derecha en los últimos 50 años; desde Manuel Fraga a Alberto Núñez Feijóo pasando por Antonio Hernández Mancha, José María Aznar, Mariano Rajoy y Pablo Casado.

–¿Cómo se explica lo que le ocurrió al centroderecha el 23 de julio del año pasado?

–Por varias razones. Pecaron de una enorme ingenuidad al minusvalorar las posibilidades de Sánchez. Cuando en la última semana todas las encuestas daban 10 o 12 puntos de diferencia a Feijóo, cometió dos errores gordos. El primero meterse en las fauces de Intxaurrondo; algo inaudito. Y el segundo no era cosa suya: la campaña a Sánchez y al 'Frankestein' se la hizo Abascal.

El resultado fáctico de las elecciones del 23-J no se puede entender ni sin la famosa declaración de Abascal de «mantendré un 155 permanente» ni sin la movilización extraordinaria en Cataluña –que ocurrió lo mismo en el 2004, después de las bombas de Atocha–. Movilizado el electorado catalán, el centroderecha no tiene ninguna posibilidad.

Graciano Palomo en la redacción de El Debate con su libro Éxodo y PoderAlfonso Úcar

–¿Por qué un libro sobre la historia de la derecha española en democracia se llama Éxodo y Poder?

–De 45 años de democracia, la derecha ha gobernado 14. Y 34 la izquierda. Esto parece una perogrullada, pero es que es vital, revelador. Por eso ese éxodo. Y poder porque a intervalos lo ha tenido, pero ahora no tiene el poder de la nación, que es al final lo que cuenta. Pero ostenta un inmenso poder territorial. El resultado del 23-J es difícil de explicar teniendo presente el 28 de mayo.

–¿Qué llevó a Fraga a querer construir Alianza Popular «desde la base y cuesta arriba»?

–Él era así. Era un personaje que había hecho una enorme carrera con sus estudios. Fue número uno en todo. Sabía todo. Hablaba alemán, hablaba inglés –de aquella manera–. Fraga quería construir un gran 'partido popular'; de las clases. Es decir, lo que llamaba la mayoría natural; el sentido común y los trabajadores. Precisamente eso es lo que ha salvado al Partido Popular, porque ha estado tres veces en trance de desaparición. Y si no ha desaparecido ha sido porque está incardinado en los pueblos, en las ciudades. Esa es una clave de la fuerza del Partido Popular, que no tuvo Ciudadanos ni tiene Vox.

Aznar no compaginaba con Juan Carlos I. Le llamaban 'Franquito' en la Zarzuela

–¿Cuáles son las razones que llevaron a Aznar a ser el primer presidente de derechas de la democracia?

–Hizo un gran partido. Más importante que lo que hizo el Gobierno. Encontró un partido bastante deshilachado, con los barones de Fraga. Pero como era un tío muy firme, no le temblaba el pulso, se liquidó a todos y empezó a construir un gran partido. Tenía claro que hasta que no se construyera un gran partido –y todo el centroderecha, la ultraderecha y la derecha se cobijaran– no había posibilidad de derrotar al formidable líder que era Felipe González.

–¿En qué se distingue el Aznar de sus primeros cuatro años de Gobierno al de la última legislatura?

–En los primeros años de Gobierno pisaba suelo. Y en los otros cuatro levitaba como Santa Teresa.

–¿Cómo fueron las relaciones entre Aznar y Don Juan Carlos?

–Nunca fueron buenas. El adusto Aznar ni compaginaba ni cuadraba bien con el dicharachero Juan Carlos I. Le llamaban 'Franquito' en la Zarzuela.

Graciano Palomo durante su entrevista con El DebateAlfonso Úcar

–¿Por qué, como dice en el libro, Rajoy se equivocó presentándose a las elecciones generales de 2015?

–Él había hecho una extraordinaria labor evitando el rescate del Reino de España y la intervención de la economía en la Troika. Y estaba muy desgastado. Además, sobre todo, porque Rajoy, que es un patriota, no estaba preparado para lo que vino; una rebelión en Cataluña y asumir el nuevo escenario con los podemitas, Vox y Ciudadanos.

Rajoy no se fue por el temor a la ruptura. Tenía la obsesión de la unidad del partido a toda costa. Ahí, las que tenían todas las bazas eran la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y la vicepresidenta, Soraya Sáenz Santamaría; que se tiraban del moño todos los días y ahora están arrepentidas. Aunque el realmente deseado era Feijóo, ya en esa época. Pero Feijoo quería venir bajo palio, como vino luego en el 22.

La sorpresa fue cuando ganó un chaval, que no tenía experiencia para gobernar un partido tan enorme. Y sobre todo en una situación tan terrible como fue la victoria de Sánchez en la moción la censura. Moción que, por cierto, a la que no quería presentarse Sánchez, y quien le convence fue Iván Redondo, que había trabajado con el Partido Popular y había cobrado 207.908 € de Gürtel. De todas maneras, Feijóo sabe que tiene una sola bala ya. Si no forma gobierno en la próxima legislatura, puerta.

La derecha necesita quitarse el complejo y dar la batalla cultural para llegar al poder

–¿Qué cualidades considera que tiene Feijoo como presidente del PP?

–Una consideración previa. Creo que Feijóo será mejor presidente del Gobierno que jefe de la oposición. Eso es lo que se detecta entre sus votantes y no votantes, entre la gran mayoría que no es sanchista, que quiere echar a Sánchez. Profesionales, empresarios, profesores. Todo el mundo con un poco sentido del Estado no quiere que este tío siga. Además, cuando se vaya es cuando realmente nos vamos a enterar lo que ha perpetrado.

Feijóo es un hombre de gestión, de poder, y de alguna manera está incómodo en su papel de opositor. Además, Feijóo nunca se creyó que Sánchez era así. Cuando le decían cómo era Sánchez no se lo creía. ‘¿Cómo va a ser así?’, decía. 'Que no te fíes que este tío te dice una cosa y hace la contraria'. Lo comprobó el primer día que fue a verle, que le llevó un montón de paquetes, y Sánchez se los tiró a la papelera.

Él sabe que el PP no se puede gobernar solo desde Génova, hay que gobernarlo desde los pueblos, las ciudades, las provincias y las comunidades autónomas. Eso lo ha tenido muy claro y le está yendo muy bien. A diferencia de Casado, y sobre todo de Teo, que se habían enfrentado con todos.

Graciano Palomo durante su entrevista con El DebateAlfonso Úcar

–Y en este contexto, qué necesita la derecha para conseguir el apoyo de sociedad española?

–Tres cosas. Primero, quitarse el complejo. No se ha enterado que en el 89 cayó el Muro de Berlín –aunque tampoco la izquierda en España se ha enterado y todavía tienen el polvo en la solapa de la caída del muro–. Es decir, dar la batalla cultural. Segundo, asumir la cultura del mérito; que está en el liberalismo, no el intervencionismo. Y tercero, aprobar de una vez por todas la asignatura mediática, que cada día es peor.