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El librero José Lomas donde es juzgado por un tribunal popular por la muerte de Nelson DavidEFE

El alegato final del librero que mató a tiros al hombre que asaltó su finca: «Yo no abandono mi casa»

La acusación particular pedía 25 años, la Fiscalía doce, pero se espera que la pena no exceda de los 10 años

El jurado de Ciudad Real que se encarga de llevar el caso del librero octogenario José Lomas por matar de dos disparos a un intruso, Nelson David Ramírez, que entró en su finca en agosto de 2021 lo ha declarado este sábado culpable de un delito de homicidio con dolo eventual. El asaltante tenía 45 antecedentes penales, 36 de Policía Nacional y nueve de Guardia Civil. Además, se han tenido en cuenta atenuantes de confesión y locura. La acusación particular pedía 25 años, la Fiscalía doce, pero se espera que la pena no exceda de los 10 años.

El librero, de 81 años de edad, durante el juicio celebrado a lo largo de la semana exponía lo siguiente: «Yo no abandono mi casa y la defiendo, no sé como la defenderé pero yo no salgo huyendo. Prefiero morir defendiendo mi casa antes que salir huyendo y dejarla en manos de unos maleantes».

A renglón seguido comentaba que «yo de mi casa no me voy porque es lo que conseguimos los humanos después de una larga vida de lucha, de sacrificio, de esfuerzo y de pasiones. Tener un sitio donde te sientas protegido porque es tuyo y según la Constitución porque es inviolable».

Siete de los nueve integrantes del jurado popular, que desde el viernes venía deliberando sobre el objeto del veredicto que les entregó la presidenta del tribunal, han considerado al procesado culpable de un delito de homicidio con dolo eventual. Asimismo, el jurado ha considerado probada la eximente incompleta de anomalía psíquica de Lomas y la atenuante de confesión. Por otro lado, el librero no ha pedido perdón por esa muerte, porque no se siente culpable.

Se ha pronunciado así al ejercer su derecho a la última palabra ante el jurado que lo juzga en la Audiencia de Ciudad Real en un juicio tras el que la Fiscalía sigue considerando que es culpable de un delito de homicidio, por el que pide que sea condenado a 12 años y medio de cárcel, y en tanto que la acusación particular lo ve responsable de asesinato y pide que se le impongan 25 años de prisión.

Lomas ha asegurado ante la sala que si hubiera matado a algún ser humano, se estaría arrepintiendo toda su vida, pero que está totalmente convencido de que no lo mató.

En el juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial, el librero también ha querido aprovechar este jueves para reflexionar sobre la importancia de proteger su propiedad y el hecho de estar enfermo.

«Miren ustedes, desde que murió mi madre, señores del jurado, y fue en el año 85, me dejó aquello en propiedad –en referencia a su casa de campo». Luego ha añadido que «sin eso» tendría que estar de pensión, antes de asegurar que «es algo» que tiene que defender como su vida.

Luego ha reiterado ante el jurado que el hecho de tapiar las ventanas del inmueble se debió a que entraban en su casa «todos los días», creándole inquietud y problemas.

Librero de Ciudad Lineal acusado de matar a un jovenEFE

Informe psiquiátrico de la defensa

En una de las sesiones, el jurado ha conocido un informe psiquiátrico presentado por la defensa del acusado, en el que un psiquiatra concluye que José Lomas sufre un trastorno delirante persistente, antiguamente conocido como paranoia, además de un trastorno de personalidad.

Este informe contradice a otro informe de imputabilidad dado a conocer por la mañana por los médicos forenses, que considera que el librero no sufre ningún tipo de enfermedad mental.

El psiquiatra que lo ha elaborado mantiene que Lomas tenía perturbada su capacidad volitiva y muy poco la cognitiva, lo que le permitía ser consciente de lo que estaba haciendo, pero que tenía un gran problema a la hora de frenar, parar, decir no debo o no es correcto hacer.

Aunque a preguntas del fiscal, el psiquiatra ha concluido que Lomas sabía distinguir entre el bien y el mal, entre saber que disparar a una zona vital a una persona podría ocasionarle la muerte o que podría ser un delito de homicidio.