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El Gobierno de Sánchez dio dinero público a un proyecto contra la despoblación dirigido por su mujer

Se constata por primera vez que el presidente del Gobierno ha otorgado de manera directa fondos públicos para un trabajo de su propia cónyuge

El Consejo de Ministros ha aprobado otorgar una ayuda a través del Ministerio de Transición Ecológica de la que se ha beneficiado un proyecto contra la despoblación que dirige Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En concreto, se han adjudicado 96.397 euros públicos a la plataforma G-100, de la que forma parte la mujer de Sánchez. Esta entidad ha repartido los fondos en cinco proyectos entre los que se encuentra un plan dirigido por Begoña Gómez en el que se desarrolla el concepto de lo que ella misma denomina Ruralanía, orientado a reflexionar sobre «la transición del espacio rural hacia nuevos horizontes de futuro».

De esta manera, se constata por primera vez que el Gobierno de Sánchez otorga de manera directa fondos públicos para un trabajo de su propia mujer. La aprobación de la ayuda se llevó a cabo en 2022. Los casi 100.000 euros que recibió el proyecto de Begoña Gómez forman parte de un paquete de 16,2 millones de euros que el Ejecutivo aprobó para proyectos demográficos, ampliando en otros 13,1 millones de euros posteriormente el importe de la partida. Estos fondos se aprobaron para financiar 1.000 trabajos destinados a «proporcionar recursos a los territorios que permitan desarrollar proyectos innovadores en zonas con problemas de despoblación».

Documento interno de la plataforma demográfica donde se cita a Begoña Gómez como responsable del proyectoEl Debate

Los fondos públicos que financiaron el proyecto de la mujer de Sánchez sirvieron también para cuatro proyectos más. El de Begoña Gómez en concreto, denominado Aprendizaje comunidad, se desarrolla a través de la plataforma G-100, de la que forma parte como directiva desde hace varios años. El trabajo demográfico de la mujer de Sánchez tiene como objetivo diseñar e impulsar la creación de «comunidades energéticas rurales». Este proyecto tiene previsto ponerse en marcha como piloto en los municipios de Sarnago (Soria), Santa Ana la Real (Huelva) y Allo (Navarra). Moncloa financia este tipo de proyectos alegando que, en términos absolutos, las líneas de subvención han sido exitosas apoyándose en las cifras de solicitudes de proyectos que querían ser subvencionados.

El cobro de la subvención que ha servido para financiar el plan de trabajo de la mujer de Sánchez se ha efectuado a través de la sociedad El Hueco Labs SL, desde donde se controla G-100, la plataforma desde la que Begoña Gómez dirige el proyecto de repoblación que hoy revela El Debate. Esta plataforma se define como «un grupo compuesto por 50 mujeres y 50 hombres que impulsa la innovación social para remediar los desequilibrios demográficos del medio rural». Para poder recibir fondos públicos, el plan que dirige la mujer de Sánchez fue inscrito como proyecto acogido a la Red Nacional de Pueblos Acogedores, que colabora estrechamente con el Ministerio de Transición Ecológica.

El trabajo de Begoña Gómez fue de los que recibió más fondos públicos del Gobierno

La presentación en público de este plan se llevó a cabo por parte de Begoña Gómez el 20 de abril de 2023 en un acto que organizó el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, en el auditorio del Real Jardín Botánico de Madrid. Allí, la mujer de Sánchez estuvo apadrinada por Paco Boya, secretario general para el Reto Demográfico, y Beatriz Corredor, exministra de Vivienda con José Luis Rodríguez Zapatero y actualmente presidenta de Red Eléctrica de España, organismo controlado por el Ejecutivo a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) del Ministerio de Hacienda.

En la presentación, la mujer de Sánchez fue presentada como la directora del grupo de trabajo que había desarrollado uno de los proyectos financiados por el Gobierno. «Begoña Gómez es la relatora del proyecto», comenzaba el presentador del evento. Seguidamente, la mujer de Sánchez tomó la palabra delante de un logo del Ministerio de Transición Ecológica. Dio una charla de apenas diez minutos a la que El Debate ha accedido y que publica junto a este reportaje de investigación.

«Se llama Ruralanía, hemos elevado una nueva palabra», presumía Begoña Gómez

En la ponencia, destacó que su proyecto «ha emprendido un viaje con propuestas que dan respuestas a demandas del propio territorio». «Nosotros hemos conformado un grupo de trabajo que tiene que ver con la sostenibilidad, el cambio climático y la energía (...). Quiero dar las gracias al esfuerzo del equipo que me ha acompañado», continuó. Begoña Gómez quiso comenzar explicando el título de su proyecto: «Se llama Ruralanía, hemos elevado una nueva palabra». En efecto, se trata de una palabra que no existe.

«Hemos tomado como iniciativa las comunidades energéticas rurales, no como fin sino como medio. Queremos hablar de rehabilitación, movilidad e incluso de lo que es la reforestación. Entendemos que solamente a través de los grupos que se pueden conformar dentro de las zonas rurales es desde donde podemos trabajar de una manera sostenible», continuó. «Hay que organizar una consulta ciudadana y presentar soluciones para estas zonas despobladas», añadió.

Este periódico se ha puesto en contacto en reiteradas ocasiones con la plataforma demográfica G-100, responsable del proyecto que ha dirigido la mujer de Sánchez, pero no han querido ofrecer su versión de los hechos sobre este asunto. Tampoco aclarar si la mujer de Sánchez ha recibido alguna remuneración económica por la realización de este trabajo.