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El candidato de Bildu a la presidencia vasca, Pello OtxandianoPaula Andrade

El perfil

Pello Otxandiano, la criatura de Otegi

El candidato de Bildu al que todas las encuestas colocan como el más votado en la jornada electoral de hoy, Pello Otxandiano Kanpo, nació en Otxandio, y tiene casi 41 años. Es padre de dos hijas e hijo de un padre putativo que le ha criado a sus pechos: Arnaldo Otegi. Él lo ha elegido para sucederle: con imagen más presentable, un pelo que no ha sido cercenado al estilo abertzale, gafas de estudioso y un doctorado en Ingeniería de Telecomunicaciones obtenido en las aulas de la Universidad de Mondragón, es, sin embargo, cuña de la misma madera que su padrino. Tanto, que es el responsable de programas de Sortu, la matriz de Bildu, y su facción más espesa y proetarra. Completó su formación en Suecia y allí aprendió la importancia que tienen las políticas sociales para atraer el voto de los jóvenes; así que Pello, de la mano de Arnaldo, ha girado el periscopio para vender vivienda pública y pensiones dignas, ir de partido responsable con la gobernabilidad de España –como le define Pedro Sánchez–, y ocultar su árbol genealógico plagado de hachas y serpientes.

Hasta que Aimar Bretos le preguntó esta semana en la Ser: «¿ETA es una banda terrorista?»; y Otxandiano rehusó llamarla por su nombre y a lo más que llegó es a denominarla «organización armada». De un plumazo, el blanqueamiento que el PSOE le había otorgado a cambio de sus cinco votos en el Congreso dio paso a la verdad desnuda: aunque Bildu disimule quitándose sus harapos radicales, proetarra se queda. Y el cabeza de cartel que vendía renovación y mejores modos, terminó situándose donde la mayor parte de los españoles sabía que estaba: al lado de los malos. Y por si quedaba alguna duda, horas después en lugar de corregir la atrocidad de su confesión en la Ser, tan solo acertó a pedir perdón «si había herido la sensibilidad de las víctimas». Quien iba de político friendly, preocupado por el cambio climático y las nuevas tecnologías, acabó enseñando su vena violenta.

El cabeza de cartel que vendía renovación y mejores modos, terminó situándose donde la mayor parte de los españoles sabía que estaba: al lado de los malos.

Y es que quien puede ser el vencedor de las elecciones de hoy y gestor de nada menos que 15.000 millones de euros de dinero público, tiene un historial inequívocamente afín al terrorismo. Cuando comenzó su carrera política, lo hizo como concejal entre 2011 y 2015 de su pueblo vizcaíno. Allí, en 2013, la Audiencia Nacional le obligó a retirar del centro de salud municipal unos murales en homenaje no a una científica ni a un médico prestigioso, a su paisana la sanguinaria etarra Lucía Urigoitia, miembro del comando Donosti. Antes, Pello ya había bailado dos aurreskus por su vecina, muerta en un tiroteo contra la Guardia Civil, y a la que él, que puede ser lehendakari, consideraba «una gudari». Su hermano, Aritz Otxandiano Kanpo, había sido alcalde de esa localidad tan querida por los etarras. Por eso, hace casi tres meses y antes de este revuelo ya definió a ETA en la misma cadena de radio como «un ciclo político». Es decir, 850 asesinatos después, 50 años de terror, 2.600 heridos, 90 secuestrados y 180.000 vascos obligados a abandonar su tierra, y el candidato socio de Pedro Sánchez considera que esta monstruosa cosecha forma parte de «un ciclo político».

Aficionado a la Inteligencia Artificial y pianista autodidacta, siempre cuenta en sus conferencias que su bisabuelo y dos hermanos de su abuela materna murieron en un bombardeo de la Legión Cóndor al comienzo de la guerra civil. Pello ha sido la apuesta de Otegi en las primeras elecciones en las que los herederos de la banda terrorista aspiran a superar al PNV. Como dijo Otegi, han colocado en la papeleta electoral a «una inversión cualitativa», que a diferencia del todavía coordinador de Bildu no ha sido condenado por terrorismo y ofrece una imagen de renovación hasta que un periodista lo desenmascara.

Pero esta querida criatura de Arnaldo, con la que ha pretendido dar gato por liebre al electorado, se ha dejado acompañar en su lista electoral por tres condenados por terrorismo. Entre ellos, el propio Otegi, que pasó por la trena por secuestro y enaltecimiento de ETA. Por si hubiera dudas de la pasta de la que está hecho Otxandiano.