La empatía emocional de la izquierda con ETA
Nadie se llame a engaño. El PSOE sanchista y los izquierdosos a su izquierda tienen algo en común ya. Empatizan, se sienten mas cercanos y parte de una hermandad común con uno del Bildu que con alguien que vota al PP
Es muy duro decirlo pero es la verdad. Una parte de la izquierda, hasta principios de este siglo residual, pero cada vez más creciente, siempre tuvo una mayor empatía emocional con ETA que con la derecha española aunque esta hubiera hecho el tránsito a la democracia y pagado en esta un altísimo precio en sangre y terror.
La tuvo en las postrimerías del franquismo (aquellas complicidades nunca esclarecidas de atentando en la calle Correo de Madrid) aunque luego se fue diluyendo hasta parecer desaparecer con las atrocidades terroristas del principio de la democracia durante toda la Transición y hasta anteayer. Pero algo siempre quedó.
Tras el ocaso y la involución del PCE, antes comprometido en el pacto constitucional, comenzó a resurgir con el podemismo hasta ir impregnando todo ese espectro. Pablo Iglesias, asiduo de las herriko tabernas y compadre de Otegui, compartió desde que comenzó su andadura su diagnostico con ellos de lo que llamaron el «Regimen del 78» todo un insulto y una descalificación al asimilarlo al franquismo al tiempo que una «comprensión» del terror y que sin atreverse a defender su «medicina» letal «entendían sus causas». Y ello se convirtió en hoja de ruta, colaboración y complicidad con sus herederos políticos, ahora rebautizados como Bildu.
Podemos, y con él todo lo que había a la izquierda del PSOE, cuya hegemonía llegó, no hace tanto, a amenazar, adoptó como suyos los principios ideológicos del separatismo de todo tipo y lugar y en el caso vasco se amorró de manera total con el mundo que ellos llaman abertzale y que hay que llamar lo que es: filoetarra. Su pretensión era compartir su espacio y en cierta manera fagocitarlos en un todo común, pero en realidad lo que ha pasado es que los deglutidos han sido ellos como bien se vio este domingo. Algo que es ya pauta general pues les ha pasado casi exactamente igual en Galicia, con el BNG, y a ver que les sucede en Cataluña, que sin llegar a tal desplome no parece que les esté yendo muy bien. Y lo mismo emerge ya en la Comunidad Valenciana y Baleares
Hoy ese magma adosado por la izquierda al sanchismo, en clara descomposición bajo el cacareo incontinente de Yolanda Díaz, es cada vez más una sopa de letras sin sentido pues tan solo es un pipi-rana de ocasión y donde en cada lugar los diferentes nacionalismos tribales imponen su pátina a todo lo demás.
Ello, sin embargo, no pasa de ser un apéndice de la situación global. Podemos e Iglesias son ya prácticamente un ectoplasma al que Sánchez deja que salga mucho en sus televisiones por cálculo e interés. Ya no representan riesgo alguno para él y es mejor tenerlos con respiración asistida. Pero lo grave es lo que han dejado ya infectado y que tiene ya invadida al conjunto de la izquierda española.
Porque esos parámetros tanto de Podemos como de Bildu y los separatistas de todo pelaje y condición son los que ahora han impregnado hasta el tuétano al sanchismo y a la izquierda entera. Porque, dejémonos de maulas, la izquierda es hoy Sánchez y no hay nada más allá de él, su caudillaje y sus pretorianos. Y el PSOE, su PSOE, por donde va y ya está de hoz y coz, es por esa deriva. Ha cruzado la línea divisoria y ahora esta ya no solo en alianza sino compartiendo el cuerpo doctrinal de quienes, desde siempre y más o menos camuflados y ahora ya sin recato alguno, pregonan sus intenciones, dinamitar la Constitución y desguazar y trocear la soberanía del pueblo español. Las pamemas y asquitos cuando Bildu dijo que era Bildu en campaña y que de condenar a ETA nada de nada, se acabaron el domingo y todo vuelve a lo que fue y que será cada vez más.
En la escenificación, los arrumacos y, sobre todo, en los hechos (Pamplona, Guardia, privilegios a los etarras presos, liberaciones de facto) lo que hay cada vez una evidencia mayor es que esta izquierda tiene mucha mayor cercanía, mucha mayor empatía con estos mínimamente reciclados herederos de ETA, o ellos mismos sin capucha. Se sienten mucho más próximos a ellos, que al cabo si cometieron algún «error» es muy perdonable y olvidable de inmediato aunque no pidan perdón que con la satánica derecha que es perversa «per se» por origen y condición. Aunque fueran, como también lo fueron sus propios compañeros, victimas de los verdugos o quienes los flanquearon y aplaudieron, que son con los que ahora pactan y son sus mas dilectos aliados.
Nadie se llame a engaño. El PSOE sanchista y los izquierdosos a su izquierda tienen algo en común ya. Empatizan, se sienten mas cercanos y parte de una hermandad común con uno del Bildu que con alguien que vota al PP. Al primero se le blanquea todo lo que haya que blanquear, el otro ya es un por ello un apestado, un ser de más baja y peor condición. Da igual quien sea ni cual haya sido su trayectoria y ejecutoria vital. Es reo del crimen universal y solo caben el odio y la exclusión hacia él.
En eso estamos y por ahí no solo no van a parar sino que van a aumentar en decibelios y percusión todo el adoctrinamiento y AGITPROP (agitación, prensa y propaganda) para betatificar a los verdugos, criminalizar a sus victimas y convertir de postre a los delincuentes en jueces y en quienes dicten las leyes que nos quieren de común acuerdo imponer y a las que nos deberemos someter.