II Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo
La voz de los nietos: «Para empatizar con las víctimas es imprescindible conocer lo que sucedió»
La tercera generación de las víctimas del terrorismo reclama educación para tener memoria y así conocer la verdad
«Las víctimas del terrorismo debemos de ser luz, debemos iluminar. Que la gente nos vea como personas porque son cosas que parece que nunca te va a pasar, pero te puede pasar», ha asegurado Cristina González Garrido, hermana de Juan Alberto, asesinado en el atentado terrorista que los yihadistas provocaron en París en noviembre de 2015.
Porque Cristina nunca pensó que ella podía convertirse en una víctima del terrorismo. Ni tan siquiera cuando otra víctima de ETA les dio una charla en el colegio. En eso han coincidido varios de los nietos de personas asesinadas por ETA que han participado en el II Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo que se desarrolla en la Universidad San Pablo CEU. Las charlas que imparten las víctimas del terrorismo en los centros educativos se quedan en la memoria de los alumnos. Y es fundamental para que permanezca en la memoria de las nuevas generaciones.
II Congreso de Víctimas del Terrorismo
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«Si después de la charla que dimos Paula (Baena) y yo, cuatro chavales miraran en internet información sobre el asesinato de nuestros abuelos, se interesaran en el tema, lo comentaran en sus casas, con sus amigos, sería ya un pequeño éxito», ha afirmado Jorge Múgica, nieto del dirigente socialista, Fernando Múgica, asesinado por Javier García Gaztelu ‘Txapote’ en 1996.
Han sido cuatro testimonios de jóvenes, los de Jorge Múgica, Cristina González Garrido, Paula Baena Velasco, nieta del jefe de la Policía Foral de Álava, Jesús Velasco, asesinado en Vitoria en 1980, y de Andrea Llopart, presidenta de la asociación universitaria catalana S'ha Acabat, y de Íñigo de la Fuente, creador de la asociación de jóvenes vascos en defensa de la memoria, Ego Non. Cinco testimonios que han coincidido en la importancia de que se cuente lo que sucedió con el terrorismo en los colegios, en las universidades, en los centros educativos.
«La educación debería enseñar lo qué pasó. Por eso es importante dar voz a las víctimas, a las asociaciones, llevarlas por toda España. Porque ETA ha cesado su lucha armada, pero en el País Vasco siguen entrando en las cabezas de los chavales», ha considerado Andrea Llopart.
En esa misma línea, Paula Baena ha recordado que las competencias en Educación están transferidas a las comunidades autónomas. «Qué les van a contar en el País Vasco cuando los que dirigen la Educación son los nacionalistas». Esta situación preocupa más si cabe después del resultado de las elecciones vascas celebradas el pasado 21 de abril en las que los dos partidos nacionalistas, PNV y Bildu, obtuvieron casi el 70 % de los votos.
Por eso, Íñigo ha incidido en la importancia de mantener los testimonios de las víctimas en la esfera pública, bien sea en los centros educativos o en congresos como el que se celebra en Madrid de la mano de la Fundación Universitaria San Pablo CEU y la Comunidad de Madrid. «Si las víctimas desaparecen del espacio público va a ser muy difícil contrarrestar el relato de blanqueamiento del terrorismo», ha asegurado.