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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

Dudas

¿Quién podría ser el sustituto de Sánchez si dimite?

La posibilidad de que el presidente del Gobierno renuncie al cargo abre un escenario incierto con muchas incógnitas

El pasado miércoles, 24 de abril, Pedro Sánchez publicó en su cuenta de la red social X, antes Twitter, una inédita carta a la ciudadanía. En ella, afirmaba que cancelaba por completo su agenda pública y que dará una rueda de prensa este lunes 29 de abril para dar todas las explicaciones necesarias, incluida su posible dimisión como presidente del Gobierno.

«Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la agenda política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor», afirmaba la carta publicada por Pedro Sánchez.

Tras el anuncio, muchos ciudadanos se han preguntado quién ocuparía el puesto de presidente del Gobierno si finalmente dimite. La respuesta se encuentra en el artículo 101 de la Constitución Española, que establece que en caso de que pierda la confianza parlamentaria prevista en la Constitución, fallezca o dimita, «el Gobierno actual se debe cesar, aunque este se mantendrá hasta la toma de posesión de un nuevo Gobierno».

¿Quién sería el nuevo presidente?

En cuanto a la persona que podría convertirse en el próximo presidente del Gobierno, el Congreso sería el encargado de elegirlo en un proceso idéntico al de las investiduras que se celebran tras unas elecciones generales. Además, el Rey llevaría a cabo una ronda de consultas con los portavoces de los partidos y, tras escuchar todas las opiniones, designaría un candidato.

Debido a todo lo mencionado, el candidato designado por el Rey se sometería a un debate de investidura, por lo que para ser elegido debería recibir el apoyo de la mayoría absoluta del Congreso en una primera votación o 'más síes que noes' en la segunda.

En el caso de que no lograra ser investido, arrancaría un plazo de dos meses en el que nuevos candidatos propuestos por el Rey pueden optar al puesto. Finalmente, si se da el escenario de que ningún candidato consigue la confianza del Congreso las Cortes, se disolverán de forma automática y se convocarán unas nuevas elecciones generales.