Sánchez amenaza a «los digitales» no afines con medidas que no concreta
El presidente del Gobierno hace de su causa, la que cerca a su entorno familiar, la de la «ciudadanía»: «Tenemos que pararlo entre todos»
El relato de Pedro Sánchez es uno y lo esgrimió prácticamente en cada respuesta de la entrevista que concedió a la televisión pública este lunes, la primera después de anunciar que continúa al frente del Gobierno. Vendría a ser el siguiente: los medios digitales no afines, a los que llamó «pseudomedios», publican «bulos y desinformaciones», en este caso sobre su mujer, Begoña Gómez, y los periodistas los difunden en tertulias, los partidos de la oposición los sacan a debate en el Parlamento y quien «sufre» las consecuencias es «la ciudadanía».
A ella quiso interpelar, como este lunes desde la Moncloa, con cada afirmación, haciendo de su causa, la que cerca a su entorno familiar, a su partido y al Gobierno que preside, la de todos los ciudadanos, y más aún, la de «las democracias occidentales», dijo. «Esto no va de mí. Lo de menos es mi persona», insistía con voz de afectación. Una vez más el presidente del Ejecutivo volvió a erigirse como el defensor de la democracia frente a lo que llamó repetidamente la «maquinaria del fango». «Estoy dispuesto a liderar la regeneración democrática», afirmó.
«Desde el punto de vista político, se ha planteado un debate muy necesario en este país: cómo fortalecemos la democracia ante una maquinaria de fango que lo que hace es crear noticias falsas, propagar bulos y desinformación (...), que acaban afectando al debate público y acaba siendo víctima la ciudadanía en términos de convivencia. (...) Tenemos entre todos que pararlo», señaló Sánchez.
Pese a que los periodistas que le entrevistaron, Xabier Fortes y Marta Carazo, incidieron en que concretara qué medidas planeaba para acabar con eso que llama «desinformación» y llevar a cabo esa «regeneración democrática» –también las que proponía para evitar la «politización de la justicia»– Sánchez no concretó nada. Habló en términos generales. Apuntó ideas como la «legalidad», señalando que todas las medidas se harían «conforme al marco constitucional», la transversalidad y la «aplicación universal». «Propondremos medidas, acciones, para reforzar y prestigiar nuestra democracia», dijo, sin adelantar cuáles.
Sobre la información que atañe a su mujer, a la que se investiga en un juzgado de Madrid por presunto delito de tráfico de influencias y corrupción en el ámbito privado, se limitó a señalar que confía en que «todo esto se archivará porque no hay causa». Si el PP les llama a comparecer al Senado en la comisión de investigación, dijo, irán y explicarán «lo que tengamos que explicar». «Probará que estamos ante una oposición destructiva», expresó, acusando al PP y a Vox de tratar de «imponer una agenda regresiva» y, de nuevo, de «emprender una campaña de deslegitimación del Gobierno».
Volvió a acusar a la oposición de querer relegar al «ámbito doméstico» a la mujer, sencillamente por pedir explicaciones a Pedro Sánchez sobre las informaciones, en muchos casos desveladas por El Debate, relativas a su mujer y a adjudicaciones de contratos millonarios. Y enumeró a mujeres que, según él, han sido «víctimas de bulos», como Ada Colau, Mónica Oltra o su propia mujer, señaló, pero no mencionó las campañas de acoso y descrédito a las que se somete a dirigentes de la derecha por parte de la izquierda, como Isabel Díaz Ayuso. De estas últimas, ni una palabra.
Arremetió contra el PP por la imposibilidad de renovar el Consejo General del Poder Judicial. Después de tres reuniones entre el PP y el PSOE con el comisario europeo, Sánchez lanzó hace unas semanas un ultimátum a Alberto Núñez Feijóo para renovar el órgano de gobierno de los jueces antes de que acabe abril, y este lunes, a un día de que finalice, tiró del argumentario de estos años atrás y acusó de «secuestro» a los populares. Preguntado sobre ese desbloqueo, señaló que le gustaría «hacerlo de la mano del PP» pero, si continúa el bloqueo, buscará otro modo «entre todos». Tampoco especificó más.
Sánchez apareció este lunes por la puerta del Palacio de la Moncloa tras cinco días ausente, con un PSOE movilizado que no logró superar los 12.500 asistentes, pese a esperar más del doble y haber fletado decenas de autobuses desde varias comunidades autónomas. «Cinco días que no olvidaré», llegó a decir en la entrevista en TVE. «Estaba buscando la respuesta de la ciudadanía, si compartían conmigo la necesidad de poner fin a esta deriva (...) y hacer algo para poder revertirlo», continuó. Salió de su silencio para comunicar que sigue «con más fuerza», y con un mensaje que apunta al crítico.