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Pedro Sánchez, durante su entrevista en la SER

Sánchez asegura que ha sufrido lawfare y continúa su campaña contra los medios críticos en su cadena afín

El presidente del Gobierno ha utilizado el victimismo en la Cadena SER para denunciar una campaña de «acoso y derribo» contra su persona

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha continuado esta mañana con su campaña contra los medios de comunicación críticos con sus políticas, a quienes ha vuelto a descalificar rebajándolos a «páginas web» y «máquinas de fango».

El líder del Ejecutivo ha tomado como suya «la lucha contra la desinformación», como él mismo la ha denominado, la que pretende batallar personalmente contra los medios críticos: «Me niego a llamarlos medios de comunicación. Son pseudomedios porque son digitales, son páginas web que lo único que hacen es propagar ese fango, esos bulos y esa desinformación».

El socialista ha ido más allá y ha pedido que se saque de las tertulias políticas a los miembros de los periódicos que cargan contra él y contra su mujer: «En los platós de televisión esas personas van y contaminan el debate».

Tal y como pronunció en su anuncio de ayer, Sánchez ha llamado a la ciudadanía a movilizarse contra estos medios de comunicación: «Si queremos entre todos proteger la democracia tiene que haber una movilización social de rechazo a esas conductas, de malas praxis, de juego sucio, de difamación. Los ciudadanos tienen el derecho de tener una información veraz, pero si en la información se confunde la verdad con la mentira, la difamación con el respeto al adversario, entonces estamos pervirtiendo la democracia».

Además, el presidente ha afirmado que «no es cuestión de señalar a nadie», mientras que su partido apuntó ayer directamente al director de este periódico, Bieito Rubido, por unas declaraciones en una tertulia.

Sánchez también ha cargado contra la organización que ha denunciado a su esposa ante el juez, Manos Limpias, a la que ha calificado como «organización ultraderechista con información no contrastada de pseudomedios».

Lawfare

Asimismo, el presidente del Gobierno ha reconocido durante su entrevista en la Cadena SER que ha sufrido lawfare, es decir, politización de la Justicia, denunciando una campaña de «acoso y derribo» contra su persona: «Que yo he sufrido lawfare en el pasado, por supuesto que sí. Yo he sido objeto de espionaje cuando yo fui elegido secretario general del PSOE».

Sánchez ha afirmado al respecto que «no puede haber una persecución del adversario político» y ha asegurado que confía en la justicia siempre y cuando «las personas inocentes sean declarados lo que son, inocentes».

Victimización en sus medios afines

El presidente del Gobierno ha adquirido desde ayer un papel de víctima que se dedica ahora a esparcir a través de sus medios afines. Durante su entrevista esta mañana con Àngels Barceló ha asegurado que «he estado mal estos cinco días». «He dudado, he pensado en abandonar», ha añadido.

A renglón seguido, Sánchez ha denunciado una «política de la vergüenza» que «después de diez años de campaña de infundios y difamaciones llegó a plantearme si continuar o no».

Como continuación a su discurso ha asegurado que tanto los medios como la oposición política le atacan por lo que él puede representar, «un proyecto progresista»: «Una alternativa política de derecha y ultraderecha ha decidido renunciar al debate de ideas, de propuestas de soluciones. Solamente se conoce la destrucción del adversario, de situar en este caso al presidente progresista de turno, mi caso, como el enemigo público número uno a abatir».