Begoña Gómez ya prepara su defensa con un despacho de abogados de Madrid

Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya ha contratado los servicios legales de un bufete de abogados –un despacho relativamente conocido de Madrid– de cara a sus posibles pleitos judiciales. Después de una denuncia de la entidad Manos Limpias, el Juzgado de Instrucción n.º 41 abrió diligencias previas, el primer paso en un proceso penal, contra la esposa del jefe del Ejecutivo por unos posibles delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.

Además, la asociación Hazte Oír interpuso tanto una denuncia –ante el Ministerio Público– como querella por estos hechos contra Gómez, tras las cuales la Fiscalía Provincial de Madrid ha incoado diligencias de investigación preprocesal. «Esta notificación supone un paso importante en el proceso que muchos ciudadanos conocen como Caso Begoña. Mientras nuestro equipo legal trabajaba en la querella contra la mujer de Sánchez, presentamos el pasado 8 de abril la denuncia ante la Fiscalía General del Estado porque hemos sido conscientes desde el primer momento de la gravedad del caso», afirmó el portavoz de Hazte Oír, Miguel Tomás.

Así las cosas, Gómez se ha adelantado a su posible llamamiento judicial y ha contratado a un despacho de abogados para su defensa. En la carta a la ciudadanía que Pedro Sánchez realizó el pasado miércoles 24 de abril, el también secretario general de los socialistas recalcó que «como es lógico, Begoña defenderá su honorabilidad y colaborará con la Justicia en todo lo que se la requiera para esclarecer unos hechos tan escandalosos en apariencia como inexistentes».

«La denuncia de Manos Limpias se basa en supuestas informaciones de esa constelación de cabeceras ultraconservadoras arriba referida. Subrayo lo de supuestas informaciones porque, tras su publicación, hemos desmentido las falsedades vertidas al tiempo que Begoña ha emprendido acciones legales para que esos mismos digitales rectifiquen», añadió Sánchez en la misiva con la que anunció que iba a coger cinco días para reflexionar si seguía en la Moncloa.