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Un boxeador leonés la emprende a golpes contra un hombre que maltrató a su mujer en un cine

Un boxeador leonés la emprende a golpes contra un hombre que maltrató a su mujer en un cineEFE

El boxeador que dio una paliza a un hombre: «Mirar hacia otro lado cuando pegaba a su mujer no era opción» ​

Ocurrió el pasado jueves en un cine de León durante la proyección de una película de dibujos animados

Imaginen la escena. Un cine lleno de niños viendo una película de dibujos animados, Garfield para más datos. Entre los presentes está el conocido boxeador Antonio Barrul, sus dos hijos menores y su mujer. «Nosotros estábamos sentados y vimos que trataba mal a su mujer. Ella se levantó y se alejó varias butacas», cuenta Barrul. Él le gritó como un loco: «Te doy tres minutos. Como no vuelvas a sentarte a mi lado te puedes ir preparando».

La mujer regresó a su lado y él pareció calmarse, pero al poco tiempo comenzó a darle patadas por debajo de los asientos y a gritarle. «En un momento dado se levantó, la agarró del cuello mientras le chillaba y la zarandeaba», cuenta el boxeador. «En el forcejeo con su mujer le dio un golpe a una niña de unos ocho años que nada tenía que ver con él».

Barrul quiso saltar y encararse con él. No iba a tolerar que el hombre siguiese pegando a su mujer, pero su mujer le suplicó que no interviniera. Él, sin embargo, no pudo callarse: «Le dije que parase y que se largase del cine, que había un montón de menores que lo estaban viendo todo y que esas no eran formas».

Insultos graves

Al agresor de su esposa le salió la vena chula: «Maricona, baja aquí si te atreves que te voy a dar una paliza. Imbécil». Barrul aceptó el reto, pero su mujer, histérica y envuelta en lágrimas, volvió a suplicarse que no se levantara. Obedeció, pero apenas pudo aguantar sentado. «El tipo seguía insultándome, cagándose en mis muertos y amenazándome».

El hombre estaba fuera de sí. No fue tanto la provocación como el miedo a que en ese estado siguiese pegando a la mujer delante de un menor, hijo del agresor y de la víctima. «Me bajé para él. Le dije que se marchase y le pedí a los de seguridad del cine, que habían parado la grabación y encendido las luces, que se lo llevasen, pero no hacían nada. Mientras el otro seguía faltándome al respeto a gritos».

Al boxeador le entró un impulso irrefrenable: «Pensé: ha golpeado a una mujer, a una niña... mi mujer y mis hijos llorando, y fui a por él. A un maltratador no hay que dejarle excederse en ningún momento y yo no podía mirar hacia otro lado. Estoy en contra de la violencia de género 100 % y esto no se puede consentir».

Barrul hizo lo que sabía. Sacó los puños a pasear y le dio una paliza: «Tampoco excesiva, le podía haber tumbado a la primera y haberle destrozado la cara. Simplemente le di en el cuerpo, para que aprendiese la lección. Después al escuchar a su hijo hablar con un agente me dio mucha pena. El menor dijo que esto le sucedía a su madre a diario».

El joven boxeador, después de poner en su sitio al maltratador, muy calmado pidió disculpas a todos los presentes en el cine. Muchos de ellos le habían jaleado y felicitado por su decisión de proteger a una mujer, porque ante la violencia de género no se puede mirar hacia otro lado.

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