El presidente del CGPJ contra la propuesta de Podemos para que el Congreso elija a 16 vocales: «Destroza la separación de Poderes»

El presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte –quien hace unos días reconoció haber recibido «recomendaciones» para dimitir en pleno bloqueo de la negociación política para la renovación del órgano– ha vuelto a cargar contra la iniciativa registrada por el grupo parlamentario de Podemos en el Congreso para reformar el sistema de elección de los vocales, rebajando a una mayoría absoluta el apoyo que deberían recibir los 16 vocales que propone dejar en manos de la Cámara Baja. Para Guilarte, asumir semejante planteamiento sería «destrozar la separación de Poderes» en España.

«No se puede ni plantear, no puede ni tramitarse, no quiero ni pensar que eso llegue a aprobarse. El PSOE no puede ni tan siquiera tomarla en serio, es destrozar la separación de poderes. Somos un Estado democrático y no lo podemos permitir», ha sostenido el titular interino del Consejo, este jueves, en un desayuno jurídico organizado por el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM).

Guilarte ha calificado nuevamente de «aterradora» esa propuesta y ha aplaudido que, por el momento, los socialistas no hayan «participado de esta idea». «Y confiemos en que sea sí, porque supondría el fin de nuestra arquitectura institucional, una amenaza» que apuesta por «unificar en un único poder todos los poderes del Estado». Hasta tal punto que el presidente del CGPJ ha comparado la sugerencia con «las leyes de la dictadura».

Cabe recordar que fue el pasado 30 de abril cuando Podemos registró una iniciativa para modificar el actual sistema de elección de los miembros que han de conformar el nuevo CGPJ, pendientes de ser reemplazados desde 2018, y habilitar la opción de elegir a los vocales por mayoría absoluta en las Cortes Generales en caso de no lograrse el consenso de las tres quintas partes del arco parlamentario en primera vuelta, como exigen las garantías refrozadas actuales.

Un escenario que no sólo rebajaría el peso del Senado, ahora con mayoría absoluta del Partido Popular, en la designación del Consejo; sino que se alejaría peligrosamente de los estándares europeos. La UE ya frenó, un intento similar pero mucho menos ambicioso, iniciado por Pedro Sánchez durante la pasada legislatura, de la mano de sus socio de coalición Pablo Iglesias y, a las puertas de unas elecciones europeas, abrazar la sola posibilidad podría tener una lectura muy perjudicial para las formaciones que la apoyen.

No habrá dimisión en bloque

A la pregunta de quién tendría que irse por la situación del CGPJ, que no renueva a sus vocales desde 2018 por la falta de acuerdo entre los partidos políticos, ha sostenido que deberían dimitir «todos los diputados y senadores». «Por elevación, que dimitan todos los diputados y todos los senadores. Igual que me dicen que dimita yo, que dimitan ellos», ha manifestado, rotundo, Guilarte. «Quien no esté a gusto que se vaya, si quiere, pero la mera exigencia de una dimisión en grupo me parece un absoluto disparate. Alguien tiene que seguir defendiendo la independencia del Poder Judicial en los momentos difíciles», ha remarcado.

No es la primera vez que el presidente interino del CGPJ ha insistido en que la responsabilidad de haber llegado a esta vía muerta la tiene «la política en términos generales». A su juicio, si se hubiera producido la renovación del CGPJ cuando tocaba, hace cinco años, el sistema de elección, que «venía funcionando con cierta normalidad, podría haber seguido funcionando prácticamente igual». O, al menos, de manera más normalizada de lo que algunas formaciones, como Podemos, aspiran ahora.

Alguien tiene que seguir defendiendo la independencia del Poder Judicial en los momentos difíciles

Sin embargo, al mismo tiempo, Guilarte se muestra escéptico «a día de hoy, porque la polarización política nos ha invadido y el deseo de los partidos por captar cotas de poder es evidente. Creo que el sistema que nos ha valido durante muchos años, a día de hoy no valdría por culpa, insisto, de la política». Para el titular del máximo órgano de la Magistratura, los miembros actuales del CGPJ no son, en ningún caso, los responsables. Y ha pedido que las exigencias «se dirijan a quienes lo están causando, y no a nosotros».

Bloqueo total en la negociación política

En todo caso, Guilarte ha indicado que tiene buena relación tanto con los negociadores de PSOE como del PP y que espera que el ministro de Justicia, Félix Bolaños, pilote la negociación y se arregle el actual bloqueo al que se ha llegado en una materia en la que, ni la mediación del ex comisario de Justicia de la UE Didier Reynders, parece haber logrado el objetivo.

«Tengo la terrible sensación de que se juntan, se vuelven a contar cada uno lo suyo y no pasa nada, a día de hoy no conocemos si han avanzado» porque, para Guilarte, ambos «parecen estar un poco más en mantener su discurso y venderlo, en culpabilizar al otro de la falta de renovación, que en una aproximación real a un espacio de entendimiento que no se intuye».

Sobre cuándo podría dejar el cargo, Guilarte ha reiterado que, como ya manifestó en anteriores ocasiones, quiere irse «en agosto y tranquilo». «Hay que dejar pasos a otras personas, a ver si lo consiguen. Las hay, sin duda», ha concluido.

La Abogacía urge la renovación

Por su parte, el Decano del ICAM, Eugenio Ribón, ha apelado a los informes de la Comisión Europea sobre la situación del Estado de Derecho en España para alertar que esta situación representa un riesgo significativo para la integridad y la transparencia del sistema judicial en España. Así ha recordado que en sus Informes sobre el Estado de Derecho de los años 2020, 2021, 2022 y 2023 la Comisión Europea han destacado, sin excepción, la gravedad de la situación, señalando que la falta de renovación del CGPJ aumenta las preocupaciones sobre la politización y la eficacia del sistema judicial, en nuestro país.

Durante su intervención, Ribón, haciéndose eco de estos posicionamientos, ha detallado la situación crítica para la Justicia que se ha derivado de esta falta de renovación, subrayando que la operatividad del Supremo se ve comprometida debido a la falta de quórum en salas clave, como la Tercera y la Cuarta. Una realidad que «ha obligado a depender de soluciones temporales e inestables, como el traslado de magistrados de otras secciones o tribunales, lo cual no es una manera adecuada de administrar justicia», señalaba el Decano.

Además, la ralentización en la toma de decisiones y la reducción del número de magistrados en el Alto Tribunal han incrementado la carga de trabajo sobre los jueces restantes, dilatando los tiempos de resolución y comprometiendo la calidad de las sentencias. Este bloqueo prolongado también podría resultar en una renovación masiva futura, desestabilizando la dinámica interna del tribunal y pudiendo llegar a provocar cambios abruptos en la jurisprudencia establecida.