Yolanda Díaz se gastó 10.000 euros en un avión desde Brasil e intentó camuflarlo diciendo que viajó con el Rey
La vicepresidenta, forzada por la ley, reconoce un gasto enorme en billetes de avión comprados al margen de la expedición oficial y se inventa, pese a ello, que acompañó a Felipe VI a Brasil
Yolanda Díaz se gastó 10.000 euros en volver de Brasil, tras arribar al país antes de la expedición oficial, y además utiliza al Rey para intentar camuflar su excursión, asegurando que «se desplazó acompañando al Jefe del Estado en transporte militar». Y todo ello pese a que fue ella misma quien se encargó de recibir al monarca a pie de pista.
Así consta en la documentación a la que ha accedido El Debate, tras año y medio de ocultismo por parte de la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar.
El viaje de Yolanda Díaz a Brasil para asistir a la toma de posesión de Lula da Silva, entre otras actividades más relacionadas con su proyecto político que con su cargo institucional, sigue trayendo cola casi un año y medio después de que se produjera y todo porque la vicepresidenta va dando información a cuentagotas y a regañadientes, añadiendo ahora que viajó «acompañando» al Rey en «transporte militar», pese a que ella misma se encargó de recibir al monarca a pie de pista.
Así consta en la última resolución oficial emitida por Virginia Uzal García, directora de Gabinete de la Vicepresidenta Segunda del Gobierno y Ministra de Trabajo y Economía Social, este 10 de mayo, en la que se le requería información acerca de los transportes utilizados por Díaz para el desplazamiento y el desglose de a qué se habían destinado los casi 11.000 euros en gastos que destinaron a aquel desplazamiento.
Una resolución que llegó solo un mes después de haberse solicitado la información, lo que contrasta con la tardanza a la hora de remitir el resto de cuestiones relacionadas con el mismo viaje.
Pues bien, ahora, en el documento en propiedad de El Debate asegura que «a la ida, la Sra. Vicepresidenta Segunda del Gobierno de España y Ministra de Trabajo y Economía Social se desplazó acompañando al Jefe del Estado en transporte militar». Sin embargo, la vicepresidenta ya estaba allí, en realidad, cuando Felipe VI aterrizaba.
Díaz se fue a Brasil antes que el Rey, volvió más tarde, escondió todo durante meses y finalmente falseó los hechos para simular que había viajado con Felipe VI
Que formara parte de la delegación del Jefe del Estado no significa que viajara con él, como la realidad demuestra. Podría darse el caso de que hubiera viajado antes en otro avión de la flota asignada por el Gobierno al traslado de altos cargos o que ella misma obligara a fletarlo, con el gasto duplicado, para llegar al país con antelación y al margen de Felipe VI.
De hecho, con solo echar un vistazo a la agenda oficial de ambos para aquellas fechas se puede comprobar que la ministra de Trabajo se desplazó a Brasil antes que el Rey, pues el día 31 de diciembre de 2022, Felipe VI presidía a las 9:00 el acto de juramento de los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional, mientras que ella se reunía con varios ministros de Lula, a partir de las 14:00 horas.
Además, para más señas, la propia Casa Real publicaba imágenes de la llegada del Rey a bordo de su avión oficial, donde viajaba acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y, a pie de pista, ya estaba Yolanda Díaz para recibirle.
Junto a ello, el propio Gabinete de Díaz ya había reconocido que la vicepresidenta había viajado al margen del Rey, pues en otro documento en el que relataba la agenda y el contenido de las reuniones con varios ministros brasileños, Díaz, «como colofón final se unió a la delegación española, encabezada por el Jefe del Estado», para asistir a la toma de posesión de Lula da Silva.
Por otra parte, otra de las cuestiones que aún tenía pendiente de aclarar la vicepresidenta era el coste del viaje, un extremo que llevaba sin explicar pese a que la resolución 890/2023 de 25 de octubre del Consejo de Transparencia, tal y como ya informó El Debate, le obligaba a ello.
Lo hizo a regañadientes, tras varios avisos por parte del Consejo de Transparencia, y después de que este periódico publicase que un alto cargo de Yolanda Díaz podría haber prevaricado al ocultarlos. Sin embargo, el Ministerio de Trabajo terminó por remitir un documento en el que reconocía que la excursión al país carioca costó 10.690,14 euros.
Por ello, El Debate solicitó, una vez más, «el coste efectivamente abonado por cada uno de los medios de transporte utilizados desde su salida de Madrid» hasta su retorno, a lo que Trabajo ha respondido explicando que «el coste del billete de vuelta en vuelo comercial ascendió a un total de 2.380,25 euros por cada miembro de la delegación». A día de hoy un vuelo entre Brasilia y Madrid, en clase business, ronda entre los 1.800 y los 2.600 euros
Dicha delegación estaba compuesta por la propia Díaz; Mariña Testas, consejera de Información; y Virginia Uzal, entonces directora de Comunicación y ahora ascendida a jefa de Gabinete, por lo que el montante total en concepto de transporte de los altos cargos de Trabajo ascendería a 7.140,75 euros.
Y es que, precisamente, el hecho de que el expediente del gasto no estuviera cerrado ha sido la excusa esgrimida una y otra vez por el Ministerio de Yolanda Díaz para ocultar el coste del viaje realizado por la líder de Sumar, al margen de la comitiva encabezada por el Rey.
Un argumento que fue rechazado de plano por el CTBG al señalar que conocer los gastos de los viajes oficiales y «bajo qué criterios actúan nuestras administraciones» y «cómo se manejan los fondos públicos» guarda una estrecha relación con la Ley de Transparencia. La ministra y su equipo han ocultado durante 14 meses el coste final, aun estando obligada a ello por una resolución que no recurrió en los juzgados.
Polémicos viajes
La responsable de Sumar acumula un polémico currículo de viajes internacionales de los que, sistemáticamente, no ha querido dar cuentas. Hasta el punto de ocultar durante dos años, entre 2020 y 2022, sus abultados gastos en desplazarse a varios países adscritos al llamado «Grupo de Puebla», donde ha intentado desarrollar una agenda propia de partido con excusas tan peregrinas como la de «ensanchar la democracia».
La vicepresidenta segunda del Gobierno se ha negado a explicar siempre esas excursiones por Argentina, Uruguay o Brasil, incluso cuando ha Página 6 de 6 recibido órdenes de hacerlo del Consejo de Transparencia, con reiteradas resoluciones contra su opacidad que la recordaban que «conocer el importe de las dietas y gastos abonados a los altos cargos y miembros del Gobierno contribuye indudablemente a conocer cómo se manejan los fondos públicos y bajo qué criterios actúan nuestras instituciones, por lo que entronca directamente con la finalidad de transparencia de la acción de los responsables públicos».