El fiscal afín a García Ortiz que pide la prescripción del caso Miguel Ángel Blanco sugiere que algunos jueces prevarican

Ex vocal del Consejo Fiscal por la Unión Progresista de Fiscales (UPF), de la que formó parte del secretariado mientras el actual fiscal general Álvaro García Ortiz presidía la misma; nuevo responsable de defender la tesis del Ministerio Público que busca el archivo por prescripción de la causa reabierta en la Audiencia Nacional contra cuatro ex jefes de ETA, por su presunta responsabilidad como autores intelectuales del secuestro y asesinato del concejal vasco Miguel Ángel Blanco; y, polémico tuitero, hasta hace unas horas. El fiscal Carlos García-Berro ha sugerido en uno de sus últimos mensajes antes de cerrar su perfil en X (antes Twitter) que hay, al menos, un juez que, en este momento, en nuestro país, prevarica.

Así lo recogía García-Berro en una reflexión pública en la conocida red social en la que, en plena oleada de acusaciones de lawfare desde diferentes formaciones políticas de izquierdas al Poder Judicial, deslizó que hay en la actualidad un magistrado «responsable de investigar un delito inexistente».

El fiscal no concretaba si se refería a Manuel García-Castellón, al frente de la causa que trata de esclarecer la posible «autoría mediata» de los cuatro terroristas en el atentado etarra perpetrado contra Blanco, a la que él se opone. Tampoco si, quizás, estaba aludiendo al instructor del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que ha iniciado las pesquisas para averiguar si la presunta responsabilidad penal de la Fiscalía por un delito de revelación de secretos, en la causa tributaria contra el novio de Isabel Díaz Ayuso, corresponde como ya apuntan algunos indicios, al propio García Ortiz. O si, por el contrario, su dardo iba dirigido hacia el juez Peinado, quien ha abierto diligencias previas por un posible delito de tráfico de influencias de la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez.

Sea como sea, por decisión propia o por recomendación jerárquica, lo cierto es que García-Berro ha cancelado su cuenta en X donde no era infrecuente encontrar publicaciones muy polémicas sobre cuestiones sensibles con repercusiones políticas. De hecho, el fiscal nunca había ocultado, hasta la fecha, su antipatía por las formaciones más «a la derecha» del espectro ideológico, a las que denostaba de manera expresa.

Como ya contó El Debate en otras ocasiones, García-Berro retuiteaba loas a Lenin y a la Revolución Rusa, organizada por el Partido Bolchevique, posteaba críticas a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y repartía 'zascas' contra los «venerables históricos» de izquierdas que se atrevían a afear las políticas del actual Gobierno o de sus terminales mediáticas. Con esta carta de presentación interactuaba el fiscal quien, sin embargo, siempre había dejado claro que se trataba de opiniones «personales, no profesionales».