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Inocencio AriasEFE

Inocencio Arias: «Sánchez cree que va a ganar votos haciéndose el macho frente a Milei»

El exdiplomático español analiza los errores que hay detrás de la crisis diplomática desatada por Pedro Sánchez

Inocencio Arias (Albox, Almería, 1940) es uno de los diplomáticos españoles más veteranos, y también más experimentados, que tiene España tanto durante la embajada ante la ONU como en los diferentes puestos del Ministerio de Asuntos Exteriores que ha tenido con gobiernos de diferente tendencia política. Por eso es una de las voces diplomáticas más respetadas. Y por eso también, asiste atónito a la pelea diplomática que están manteniendo los presidentes de España y Argentina.

¿Cómo valora la situación que se está viviendo entre España y Argentina?

–Esto es un disparate. Ahora participan las dos partes con la guerra verbal, pero el origen está todo en la parte española, no la parte argentina. Y Milei ha respondido con algún desliz porque podría haber dicho «presuntamente» o «corruptela» en vez de decir corrupta. Pero ha respondido a una serie sucesiva de agravios que le ha hecho Sánchez.

¿Qué errores diplomáticos ha cometido España?

–Sánchez comenzó todo. Desde no enviar a un ministro con el Rey a la toma de posesión de Milei hasta no felicitarlo por su nombramiento, cosa que es algo increíble, y hasta permitir que un ministro suyo lo insulte de forma muy grave como es decir que es un drogadicto. No es más grave que eso decir que la mujer del presidente ha corrompido. Ningún juez ha fallado que sea así, pero sí que hay sospechas no fútiles de que hay un conflicto de intereses. Así que son dos cosas que no se pueden decir. Milei tendría que haber dicho «presuntamente», pero el ministro español no puede decir que es un drogadicto. Y el contraataque del Gobierno de amenazar con que podíamos romper relaciones, que era una amenaza velada pero obvia… Se lo ha tenido que tragar el porque se dado cuenta que en esa pelea de ruptura, España tenía, como mínimo, que perder tanto como Argentina. El paso atrás de amenazar con retirar a la embajadora es otro fuego artificial para desviar la atención y hacer campaña electoral.

Usted que ha sido tantos años embajador, ¿Qué efectos tiene la retirada de un embajador?

–España tiene una red consular en Argentina bastante buena. Tiene cuatro cónsules de carrera en cuatro ciudades diferentes y luego varios cónsules honorarios eficaces porque la población española allí son más de 200.000 personas. No, esto no le afecta para nada.

Es llamativo el hecho de que el ministro de Asuntos Exteriores, que es diplomático de carrera, no haya aplicado la diplomacia

–El ministro de Asuntos Exteriores es un monaguillo. Hace todo lo que le pide a Sánchez, lo cual es normal, pero no le objeta a nada. Le tenía que haber dicho que nos metió en un berenjenal porque no podemos romper relaciones. Y si no podemos romper, ¿por qué seguir hostigando a este hombre? No, Albares no le dice nada e, incluso, dice la machada de que la ofensa a España no tiene precedentes. ¿Y lo que dijo Petro de que España fue esclavista? ¿Y lo que dijo Castro de que el 12 de octubre fue una fecha nefasta y funesta? ¿Y lo que dijo Chávez? Pero claro, aquí hay un componente electoral. Sánchez se ha jugado a que Milei le salga respondón porque piensa que esto le va dar un rédito electoral en las europeas. Si no, no se embarca en esta operación.

¿Qué salida diplomática ve a esta situación?

–España lo que tenía que hacer es, bajo cuerda, hacerle llegar a Milei algo así como 'Presidente, ¿nos callamos los dos? Si no queremos admitir que hemos podido meter la pata los dos, vamos a callarnos durante dos o tres meses a ver si esto se calma'. Eso tenía que partir de España. Porque no se van a pedir disculpas el uno al otro, que sería lo ideal, pero al menos vamos a bajar el diapasón o no tocar este tema. Si hubieran pasado las elecciones europea, quizás lo hicieran. Pero ahora mismo, debe pensar que esto le es rentable electoralmente. Que sigue polarizando al país y cree que él va a ganar votos de la gente de Comisiones Obreras, de la gente de sumar, haciéndose el macho frente a Milei.