La falsa hija del Rey Juan Carlos se convierte en inquiokupa: debe 35.000 euros a su casero

Ana María siempre ha pregonado a los cuatro vientos que ella es la hija ilegítima del Rey emérito. El parecido físico es difícil encontrarlo, pero a ella le da lo mismo. Arguye que será la heredera de una gran fortuna: mas de 33 millones de euros. Y ha habido gente que se lo ha tragado.

Esta mujer fue condenada en 1998, junto a un familiar suyo, a cuatro años de prisión por estafar 30 millones de las antiguas pesetas. Ya en 2006 volvió a ser condenada por estafa en Santander. No aprendió la lección y en el año 2021, fue detenida como presunta líder de una organización criminal y autora de una estafa piramidal que podría rondar los 4 millones de euros. En algún momento de su vida ha tenido a una treintena de personas trabajando de servicio en su casa. ¿Cómo les pagaba? Es un misterio, si es que lo hacía.

No hace muchos años dejó Alicante y se trasladó a Elche. Allí alquiló un chalet señorial, de lujo. Su casero se llama Paco. El pobre hombre no sabe muy bien cómo la mujer le engatusó: pero dice que creyó a pies juntillas todo lo que le vendió. Para cuando descubrió que le estaba timando, dice, ya le debía 80.000 euros.

«Aparte del año entero del alquiler, que me lo pagaba todo de golpe, le he ido dejando dinero que ella me pedía», reconoce. ¿Con qué excusa le solicitaba dinero? «Ella me explicaba que lo necesitaba para medicinas, pañales (sufre una enfermedad degenerativa), para el servicio, para viajar a Suiza a recoger parte del dinero de la herencia... Entré en su casa, que en realidad es mía, y ella con su forma de hablar te va metiendo en ese bucle de mentiras y no te das cuenta. Tiene varios ex trabajadores a los que ha estafado: a uno 25.000 a otro 20.000. Te engancha sin que te des cuenta. Hemos picado mucha gente».

«Estoy poniéndome en contacto con los demás afectados. Ya he denunciado en comisaría y estoy hablando con otras víctimas», explica Paco. «Ya no solo es el alquiler que no me paga es que debe 7.000 euros de luz, 6.000 euros de agua y lo que me sacó. Con los más de 40.000 que le presté lo que hizo fue organizar fiestas: vino Papá Noel, los Reyes Magos, los mariachis, un grupo rociero, alcohol y de todo».

Ana María, mientras tanto, dice que de allí no se mueve. Arguye que está todo pagado y que ha realizado unas reformas muy caras en el chalet que compensan las potenciales deudas que pudiera tener. Dice que lo ha puesto en manos de sus abogados y que serán los tribunales los que dictaminen quién tiene razón. Y lo dice una mujer que llegó a reconocer que en su vida había cotizado, pero que ha podido vivir a cuerpo de rey.