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El presidente del Gobierno ha reaparecido en un mitin en Málaga acompañado de su mujer, Begoña Gómez, recientemente imputada por corrupción y tráfico de influencias. Sánchez, que ha convertido la campaña para las europeas en un plebiscito sobre su figura (y la de su mujer) está acompañado también por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero.

Pedro Sánchez y su mujer, en el mitin de BenalmádenaEFE

Es el primer acto público al que asiste Begoña Gómez tras ser citada para declarar como investigada el viernes 5 de julio en la causa abierta por presuntos delitos de corrupción y de tráfico de influencias. Los asistentes a este mitin de Benalmádena han repetido «Begoña, Begoña» cuando el secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, le ha agradecido su presencia en el acto.

Asimismo, Sánchez ha querido reconocer el apoyo y la cercanía de los simpatizantes. «Voy a hablaros desde el corazón», ha comenzado, «porque de verdad que en estos últimos meses, cuando han arreciado muy duramente a mí y a mi familia los ataques de esta internacional ultraderechista, he sentido la solidaridad, la empatía, el compañerismo y una gran familia que es la del Partido Socialista, os lo agradecemos Begoña y yo».

Un acto condicionado por la aparición de Begoña

Con el Himno de la Alegría de Miguel Ríos y banderas arcoíris, europeas y del Partido Socialista ondeando al viento. Así ha arrancado el mitin en Benalmádena del Presidente del Gobierno y de la candidata a las elecciones europeas, Teresa Ribera.

Un acto que, más que ser un mitin de los comicios europeos, parecía un plebiscito de la mujer del presidente. Y es que tras los vítores del público, Begoña Gómez se ha abrazado con la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, así como la candidata socialista.

Begoña Gómez, en el mitin de Benalmádena (Málaga) donde ha reaparecido tras su imputaciónEFE

Todo ello en un discurso en el que Sánchez ha evitado hablar extensamente de la cita europea, para dar comienzo a una nueva ronda victimista. El líder del Ejecutivo ha afirmado que «no hemos sido los primeros en sufrir el asedio vil de la derecha y la ultraderecha y el silencio cómplice de todos esos tabloides digitales que lo único que hacen es enfangar el debate público en nuestro país» y ha querido mostrar su «solidaridad y compañerismo» con todos los «concejales y militantes que abren y cierran las agrupaciones locales» y que han sido también víctimas de esos ataques.

Sánchez ha explicado el «nexo de unión» entre Feijóo, Abascal, Alvise, «las asociaciones ultraderechistas de Hazte Oír, de Manos Limpias y todo el resto de máquina del fango». Por ello, Sánchez ha pedido a los asistentes que el próximo domingo «toda la gente de izquierdas, progresista y europeísta vaya en masa a votar al Partido Socialista para que gane la política sana, los avances sociales y sea derrotada la política sucia y los recortes y la agenda reaccionaria de Feijóo y Abascal, de esa internacional ultraderechista»

El presidente y su mujer, cogidos de la manoEFE

Además de sus adversarios políticos directos, Sánchez ha recordado a Aznar («el hombre de paz, el ideólogo de cabecera de Feijóo y Abascal»), a Milei y a Netanyahu, los opuestos «al lado bueno de la historia, que es donde está la socialdemocracia, en España y en Europa». «Quien quiera paz y justicia social, aquí tiene al Partido Socialista»

Ribera evoca al comunismo radical

Por su parte, la candidata Teresa Ribera, que ha recordado al socialista Pedro Zerolo en varias ocasiones y ha portado una bandera arcoíris durante su discurso, ha tenido tam-bién palabras de agradecimiento y ánimo hacia el Presidente del Gobierno y su esposa, advirtiendo que «no hay que menospreciar todo lo que está pasando, no penséis que esto son cantos de sirena, que ya se les pasará, porque hay que tomárselo muy en serio».

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, durante un acto electoral de los socialistas en BenalmádenaEFE

Durante su discurso, la candidata socialista ha coreado, junto a los asistentes «¡no pasarán!», haciendo hincapié en la defensa de los derechos de las mujeres. «Somos estupendas. Tenemos una primera fila espectacular de candidatas, de personas comprometidas, de mujeres que saben que merece la pena defender nuestros derechos, que no nos los van a quitar», para terminar añadiendo que «queremos nuestros derechos, así que no pasarán».