Un triunfo amplio
El PP gana con el doble de votos de distancia que en las generales y las urnas no absuelven a Sánchez ni a su mujer
Los populares obtienen una victoria clara de cuatro puntos y dos escaños, la mayor que han cosechado desde 1999. Con todo, el presidente resiste el golpe a pesar de los escándalos de corrupción
El PP obtuvo en las elecciones de este domingo una victoria de cuatro puntos y dos escaños frente a Pedro Sánchez, la más amplia -34,18 % de voto- que consiguen los populares en unas europeas en los últimos 25 años. Se trata de un triunfo mayor de lo que había previsto el PSOE, que venía augurando una «remontada» para poner nerviosos a los de Alberto Núñez Feijóo.
Las urnas no absolvieron a Sánchez ni a su mujer. Aun así, el presidente del Gobierno fue capaz de reunir el 30,19 % de los votos, a pesar de los escándalos de corrupción. No obstante, en julio de 2023 Feijóo le ganó por 1,35 puntos y, este domingo, por cuatro. Entonces les separaron 340.000 votos y ahora el doble, 700.000. Una renta lo suficientemente clara como para que en el PP sostengan que el fin del sanchismo está hoy más cerca que ayer. «Apenas seis meses después de una investidura, los españoles han censurado y a su Gobierno», se felicitó la secretaria general de los populares, Cuca Gamarra. «Los españoles nos han dado un triunfo electoral contundente, transparente y el que estábamos esperando», añadió después Feijóo. «Estamos ante un nuevo ciclo político (...). Siempre que el PP ha ganado unas elecciones europeas ganó las siguientes generales», continuó.
La candidatura encabezada por Dolors Montserrat se impuso a la de Teresa Ribera por 22 escaños frente a 20. Aunque no era la vicepresidenta tercera quien se examinaba, sino el presidente. Después de un curso político marcado por la ley de amnistía y el caso Begoña, que Sánchez ha pretendido convertir en un contubernio de la oposición, los jueces y la prensa no afín contra su persona.
En 25 años
Desde 1999, los populares no obtenían una victoria tan clara en unas europeas. Los barones del PP habían fijado el listón del éxito en tres puntos, así que en Génova 13 dieron por conseguido el objetivo, después de unos últimos días de zozobra y dudas. No hubo celebración en el balcón, pero sí mucha alegría dentro de la sede nacional, y gritos de «presidente, presidente». Los populares ganaron en las municipales de mayo de 2023, después en las generales de julio y, ahora, en estas europeas. Por comparar, la otra gran formación del grupo del PP europeo, la CDU alemana, venció con el 30,3 % de los apoyos.
Aunque Sánchez salió vivo de los sextos comicios que se celebraban en España en el último año, la realidad de los números se impone al relato socialista. Este último, focalizado en rebajar la victoria de Feijóo y la derrota del presidente, que salía a empatar o a no perder por demasiado. Entre el PP y Vox sumaron el 43,81 %, 10 puntos más que la coalición entre el PSOE y Sumar, que se quedaron en el 34,83 %.
Vox se consolidó en la tercera posición, con seis escaños (dos más que ahora) y el 9,62 % de los votos. La noche no fue trágica en la sede del PSOE, pero sí lo fue en la de Sumar. De momento, lo único que sigue sumando el partido de Yolanda Díaz son pésimos resultados. Gallegas, vascas, catalanas y, ahora, europeas. Ella ni siquiera siguió el escrutinio en la sede de su partido: 4,65 % de voto y tres escaños. Alvise se quedó a apenas una décima de alcanzar a la vicepresidenta segunda. Se acabó la fiesta fue la sorpresa de la noche, irrumpiendo con tres eurodiputados. El único consuelo para Díaz fue quedar por delante de Podemos, que consiguió dos asientos. Irene Montero vuelve así a la primera línea.
Aunque estas elecciones no decidían nada en el ámbito puramente doméstico -ni el Gobierno, ni ningún ayuntamiento ni comunidad-, sí tienen traslación a la política nacional. Aunque no tanta como en Francia y en Bélgica. Emmanuel Macron disolvió la Asamblea Nacional y convocó elecciones legislativas ante su desplome y el triunfo de Marine Le Pen. Por su parte, el primer ministro belga, Alexander de Croo, dimitió directamente tras la debacle de su formación, la liberal Open Vld.
Los resultados en España confirman la resiliencia del PSOE y de Sánchez, que ha sabido explotar la polarización y exprimir el voto de rechazo a la ultraderecha europea. Pero no amnistían al presidente ni a Begoña Gómez, y tampoco le dan legitimidad para emprender una persecución contra la Judicatura y los medios de comunicación, que él ha venido en llamar de forma eufemística «agenda de regeneración democrática». Cabe recordar que, en mayo, Sánchez prometió a sus socios que pondría en marcha esa agenda tras las europeas.
Además muestran un evidente retroceso del bloque sanchista, el que sostiene al Gobierno. La lista conjunta de ERC, Bildu y BNG obtuvo tres escaños. Junts, uno. El PNV, uno. También consolidan el liderazgo de Feijóo, al que una victoria por la mínima habría puesto en ciertos apuros. Y recuerdan al PP que Vox no va a evaporarse, como Ciudadanos.
Sin tiempo para paladear los resultados, este lunes la atención se traslada a Cataluña, donde por la tarde se constituirá la Mesa del Parlamento. La duda está en si el PSC se hará con la Presidencia o ERC y Junts llegarán a un acuerdo para arrebatársela. A partir de ahí, en 15 días tiene que haber un primer debate de investidura y, el definitivo, el 25 de agosto como fecha tope.
Con esta derrota de Sánchez, lo previsible es que amainen las especulaciones sobre la posibilidad de que el presidente adelante las generales y las haga coincidir con las catalanas si hay repetición electoral allí. Es evidente que no está en un buen momento.