Montero agita la tensión con Milei y Ayuso para tapar un pacto con el PNV sobre el «reconocimiento nacional vasco»

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, ha arremetido este sábado contra los discursos que pronunció ayer el presidente argentino, Javier Milei, en su visita a Madrid, y le ha acusado de perseguir la política «de la selva, del 'sálvese quien pueda'».

Lo ha expresado en declaraciones a los medios desde Vizcaya, donde ha asistido a la toma de posesión de Imanol Pradales como nuevo lehendakari. Cabe recordar que Pradales (PNV) fue investido gracias a los votos del PSOE, y en su discurso de investidura aludió a su intención de alcanzar un pacto que incluya el reconocimiento de la «realidad nacional» del País Vasco.

Para Montero, lo más llamativo del día de ayer fueron «los discursos, el tono de las palabras, el contenido que se expresó, que aplaudió el PP de Madrid y en concreto Isabel Díaz Ayuso y por su silencio el PP de Génova. Hacía tiempo que no escuchaba en nuestro país palabras tan destructivas con lo colectivo, con el bienestar social...», ha continuado la número dos del Gobierno socialista. «Me da una cierta vergüenza que una comunidad de este país tan democrático como España albergue discursos de este tipo, aplauda este tipo de ideas y le dé el amparo a la ultraderecha y a los populismos», ha expresado.

Montero ha trasladado la «condena absoluta» a las palabras del mandatario argentino y ha reclamado «respeto, lealtad institucional y cumplimiento de la ley» a la presidenta madrileña, a la que ha responsabilizado de haber asistido a este discurso que, para la dirigente socialista, «rompe las bases de nuestra Constitución y de nuestra democracia». «Espero que el señor Feijóo lo module, lo rectifique o definitivamente se separe de él», ha señalado Montero.

El Gobierno de Pedro Sánchez había calificado como «provocación» el hecho de que Díaz Ayuso concediera a Milei la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid. Su visita se ha producido en plena crisis diplomática entre ambos gobiernos que comenzó cuando el ministro Óscar Puente insinuó que Milei ingiere «sustancias» y que siguió con la polémica tras llamar el presidente argentino «corrupta» a la mujer de Sánchez, Begoña Gómez, que está siendo investigada.