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Cartel indicativo de la cárcel de PamplonaPablo Ojer

Interior dedica más de 2.000 euros al año para elaborar un menú a la carta a cada uno de los presos españoles

Las comidas que siguen los preceptos musulmanes se limitan únicamente a las cárceles de Ceuta y Melilla

Cien millones de euros destinados a alimentar a los 47.000 presos que hay en las cárceles españolas, exceptuando las del País Vasco y Cataluña, que tienen las competencias transferidas, es lo que ha presupuestado el Ministerio del Interior, según informa The Objetive. Entre los requisitos, menús que sigan los preceptos musulmanes para las cárceles de Ceuta y de Melilla y alimentos sin gluten o sin lactosa para quien así lo requiera.

Esto supone que Instituciones Penitenciarias dedica 2.127 euros al año para cubrir la alimentación de cada preso con menús específicos y personalizados en función de las necesidades culturales y sanitarias de cada reo.

Las contrataciones de Interior cubren la compra de la materia prima, es decir, de los alimentos sin elaborar. Luego serán las cocinas de los centros penitenciarios quienes elaborarán el menú más adecuado para cada preso en función de sus necesidades sanitarias.

Exclusivo para Ceuta y Melilla

Sin embargo, llama la atención que los alimentos con 'certificado halal', es decir, aquellos que cumplen los preceptos musulmanes, se circunscriben únicamente a las prisiones de Ceuta y Melilla, donde hay una mayoría de reclusos musulmanes, pero este requisito no se extiende a otros centros penitenciarios, donde también hay población reclusa musulmana, aunque sea en menor porcentaje. Hay que pensar, por ejemplo, en la cárcel de Botafuego, en Algeciras, donde también hay una amplia población de esa religión.

Desde Instituciones Penitenciarias, según el citado medio, no se ha sabido dar un motivo a esta diferenciación. Eso sí, en ninguno de los 17 contratos licitados por Interior, se habla de comida kosher, la que consumen los judíos.

Lo que sí está más generalizado, son los alimentos sin gluten o sin lactosa, apropiados para las personas con intolerancia al gluten, presente en los cereales, o a la lactosa, presente en la leche y sus derivados. En este caso, puesto que son requisitos presentes en todos los sectores poblacionales, están destinados a todas las prisiones españolas, excepto a las vascas y catalanas.