Marlaska pretende reducir el numero de suicidios en la Guardia Civil con 20 sesiones de atención psicológica
Reconoce que «el ejercicio de la actuación policial conlleva factores de riesgo» a pesar de que no quiere reconocerla como «profesión de riesgo»
Son ya muchos años los que tanto los agentes de la Guardia Civil como de la Policía Nacional vienen reclamando medidas para reducir el alto número de suicidios que se registran anualmente en estos dos cuerpos: diez guardias civiles y seis policías nacionales a lo largo del año 2023; cifra que ascendió a 23 suicidios en total durante 2022.
Para tratar de mejorar la salud mental de los agentes, el Ministerio del Interior ha optado por contratar un servicio externo de psicología, especializada en prevención de riesgos laborales y asesoramiento en materia de de seguridad y salud laboral que ofrecerá hasta 20 sesiones gratuitas por año a los agentes de la Benemérita que así lo requieran.
En este sentido, la asistencia presencial estará disponible tanto en las capitales de provincia como en 117 municipios más de toda la geografía nacional. Los agentes que no puedan acudir físicamente podrán contar con este servicio por videoconferencia, por teléfono o de manera mixta. Asimismo, contarán con una atención inmediata y urgente disponible de forma permanente para la atención puntual de crisis agudas.
La Dirección General de la Guardia Civil ha reconocido en una nota de prensa que «el ejercicio de la actuación policial conlleva factores de riesgo asociados a la necesidad de intervenir en entornos de conflictividad y violencia, ante situaciones críticas, peligrosas o de emergencia», a pesar de que la declaración de «profesión de riesgo» es otra de las reclamaciones históricas de los agentes tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional y que, por el momento, continúa sin se atendidas.
Reclamación histórica
La reclamación de una mayor atención psicológica era una de las grandes reclamaciones de las asociaciones de la Benemérita, como también lo era el que la atención fuera externalizada. «Que los facultativos no pertenezcan a la escala de mando y los agentes puedan contar con especialistas ajenos al cuerpo para tratarse sin miedo», afirmaron las asociaciones cuando se conocieron las últimas cifras de suicidios entre los agentes.