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Centenares de personas abuchean a Sánchez en Navalmoral de la Mata por el cierre de la central nuclear de Almaraz

Los vecinos también han reclamado el soterramiento de la futura línea de AVE que en proyecto tiene previsto dividir el pueblo en dos mediante un muro

Con una gran pitada y gritos de «¡Fuera!» han recibido centenares de vecinos a Pedro Sánchez esta mañana en Navalmoral de la Mata, cuando ha acudido hasta la localidad extremeña para poner la primera piedra de una gigafactoría de baterías de litio. Los reproches al presidente del Gobierno venían por dos motivos: el previsto cierre de la central nuclear de Almaraz y la futura línea del AVE, que pasará por la mitad del municipio y lo dividirá en dos.

Los vecinos han aprovechado la visita del jefe del Ejecutivo para mostrar sus reclamaciones. «¡Almaraz, no se cierra!», han coreado insistentemente al unísono. La central nuclear, motor económico de la comarca Campo Arañuelo, da mil empleos directos cada año junto a los indirectos en hostelería, peluquería y servicios varios que genera a diario. Además, «con la recarga de cada unidad de la central, que se realiza normalmente cada 18 meses, posibilita otros mil empleos directos. Este año ha coincidido que ha habido dos recargas», ha explicado a El Debate una exempleada presente en la manifestación. «A esto hay que sumarle el dinero que la central da de forma anual al ayuntamiento de Almaraz y a todos los pueblos que se encuentran a su alrededor en un ratio de 10 kilómetros», ha argumentado.

Pero, pese a todas estas cifras, el Gobierno tiene previsto su cierre, que se realizará por fases. En 2027 se procederá al término de la Unidad 1 y en 2028, al de la Unidad 2. «No queremos pasar a ser un pueblo fantasma y, por ello, hemos venido a protestar», aseguraba otro manifestante.

A los empleados de la central se han unido también los vecinos pertenecientes a la Plataforma No al Muro creada para pedir el soterramiento de la futura línea de AVE que pasará por en medio de la localidad extremeña y la dividirá en dos con un muro. «Nos tienen el pueblo hecho polvo», han lamentado.

Pero, el esfuerzo de los vecinos y empleados de la central por mostrar sus reclamaciones no ha obtenido respuesta por parte de Sánchez, quien ha sido abucheado insistentemente durante toda su visita. «Ha llegado, se ha bajado del coche y al escucharnos ha bajado la cabeza y ni se ha acercado. Ha entrado en el teatro directo», ha relatado una vecina. No así ha sido la actitud de la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola. «Ella sí se ha acercado hasta la valla para hablar con los manifestantes de la central y trasladarles que cuentan con su apoyo porque ella aprueba la prórroga de la central», ha explicado.