Libertad artística  Nacho Cano no es el único: otros artistas que se atreven a levantar la voz contra la izquierda

Nacho Cano no está solo. En el panorama artístico español hay otros muchos artistas que se han atrevido a criticar a Pedro Sánchez, a sus socios, sus pactos o las políticas de izquierda, a pesar de los riesgos que conlleva. Por eso, cuando Cano afirmó este martes que él era el «único artista que se atreve a decir que no soy comunista ni de izquierdas porque no lo soy ni lo voy a ser nunca porque no soy idiota», en seguida recibió una respuesta. «El único no, Nacho… Siempre contigo».

Quien así le respondió era José Manuel Soto. Y tenía razón, porque este cantante sevillano no pierde oportunidad de arremeter con toda crudeza contra el Gobierno de Sánchez y criticar cualquier abuso de los políticos socialistas desde su cuenta de X.

También Alaska ha salido en apoyo de Nacho Cano y le ha ofrecido hacer camisetas con la foto de detención del artista. «Esa camiseta va a se de las épicas, y va a superar a la de Winona (Ryder)», añadió la cantante.

En España, como en las demás democracias, cualquier persona debería poder expresar sus ideas y opiniones en libertad. Pero cada vez que un actor, cantante o deportista discrepa de la versión de la izquierda, le suele caer un chorreo de críticas, abucheos o insultos, muchas veces de su propios compañeros de gremio. Y como la izquierda ha politizado casi todos los ámbitos de la vida, es muy fácil meterse en el charco de la polémica.

Defender la libertad

Sentirse orgulloso de ser español, criticar los indultos o la amnistía a los separatistas, cuestionar los pactos de Sánchez con independentistas y con Bildu, rescatar la memoria de las víctimas del terrorismo o defender la libertad y el sentido del humor que se respiraban en la Transición son motivos más que suficientes para linchar a un artista en las redes. Algunos de los chistes que se contaban entonces hoy provocarían un escándalo.

La cantante Marta Sánchez, por ejemplo, tuvo que suspender un concierto en Badalona en mayo de 2019 cuando sufrió el escrache de un grupo de separatistas que empezó a lanzarle huevos al grito de «fascista» por haber estrenado una versión con letra del himno de España. Y el año pasado fue abucheada por una parte del público cuando la interpretó en la final de la Copa del Rey.

Tuits borrados por presiones

Manu Tenorio se atrevió a poner un tuit crítico con Pedro Sánchez, pero recibió tal aluvión de comentarios que se sintió obligado a borrarlo: «Nunca suelo hablar de política, pero me parece una indecencia que el gobierno tenga que estar a los pies de los caballos de Puigdemont».

La soprano Ainhoa Arteta, que se definió a sí misma como «vasca de 30 apellidos vascos, pero por encima de todo, española», también tuvo que pagar un precio por haber interpretado el himno «La muerte no es el final» en el desfile de la Fiesta Nacional de 2019. A la cantante le cancelaron su actuación en la televisión pública vasca EITB.

Al cantante, músico y compositor David Summers, de Hombres G, un periodista le pidió que acabará la siguiente frase: «El presidente del Gobierno debería…». Y a él le salió del alma la respuesta: «Dimitir». Summers dice que no le interesa la política, pero sí le preocupa la pérdida de libertad. Él, que creció en plena Transición, cuando se podía hablar y escribir de lo que se quisiera, ha tenido que defenderse ahora de quienes le acusan de machista y homófobo por letras de canciones que entonces solo eran divertidas como «Sufre Mamón, devuélveme a mi chica…».

Rendir vasallaje a la izquierda

El actor y director de teatro Albert Boadella lamenta que su gremio rinda vasallaje a la izquierda. Él es una de las voces más críticas contra Sánchez, a quien el pasado marzo, en una entrevista a El Mundo, calificó de «amoral químicamente puro».

Uno de los cantantes más críticos con la izquierda y con Pedro Sánchez es Miguel Bosé, un artista que siempre había apoyado al PSOE desde tiempos de Felipe González. Bosé sostiene que «había mucha más libertad en la Transición» que ahora, pero además se ha mostrado muy crítico con los pactos de Sánchez y la amnistía: "La traición se paga, y se paga pronto y muy cara. Aquí tenéis una muestra de lo poquísimo, por no decir nada, que le importamos al Gobierno de Sánchez y a toda su camarilla”, señaló en su cuenta de Instagram tras la votación de investidura.

Otro desencantado de las políticas de izquierdas es Joaquín Sabina: «Ahora ya no soy tanto de izquierdas porque tengo ojos y oídos para ver las cosas que están pasando», afirmó en un documental emitido en noviembre de 2022.

Contra el blanqueamiento de Bildu

También son varias las voces vascas que se han alzado para defender la memoria de las víctimas del terrorismo, como la de Iñaki Arteta, que se define como «director de documentales combativos». Arteta ha criticado la amnistía de Sánchez: no es debatible, es ofensiva y es más nacionalismo, dice. Y ha rechazado los pactos con Bildu en un manifiesto contra el blanqueamiento del terrorismo.

El actor y director de cine vasco Jon Viar también ha denunciado con valentía el blanqueamiento de Bildu: «Cuando gran parte del electorado progresista de este país piensa que Bildu es más democrático que el PP es que la convivencia en España es imposible. La degradación de las instituciones es espeluznante», afirma. «No se me ocurre nada más racista que matar durante décadas para poner una frontera donde no la hay». «Como pueda, hasta que me muera, con la ficción, con el documental, sin un puto duro, trataré de denunciar a esta gentuza sin piedad».

A todas estas voces se suman otras que han se han atrevido a apoyar directamente a la derecha o a criticar la versión oficial de la izquierda, como son las de Julio Iglesias, Bertín Osborne, Norma Duval, Mario Vaquerizo, Marta Etura, Jesús Bonilla o Cayetano Rivera.

Defender la libertad de otros países

Y también las de los cantantes que han unido sus voces contra la dictadura y en defensa de la libertad, como los que participaron en el concierto Música por Venezuela: ayuda y libertad, celebrado en 2019 en la frontera con Colombia, para forzar a Maduro a permitir la entrada de ayuda humanitaria. Allí estaban, entre otros, Alejandro Sanz, Juanes, Carlos Vives, Juan Luis Guerra, Maná, Miguel Bosé, Luis Fonsi o Paulina Rubio.