Sánchez condena ahora la violencia, pero ha alimentado el odio contra Trump y quienes no piensan como él

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha condenado hoy, con ocho horas de retraso, el atentado sufrido por Donald Trump: «La violencia y el odio no tienen cabida en una democracia», ha manifestado. Sin embargo, Sánchez está alimentando desde hace tiempo ese odio contra el propio Trump y contra todo aquel que piensa diferente. Incluso, ha hablado de levantar muros contra los españoles que no le han votado, a los que califica de «reaccionarios», y ha intentado enfrentarlos con su discurso del fango.

«Por desgracia, en el mundo hay muchos Milei, Trump, Bolsonaro, Orban y Abascal», manifestó el pasado 31 de mayo en un mitin celebrado en Los Alcázares (Murcia).

En noviembre de 2023, durante su discurso de investidura habló de levantar un muro frente a los que no le votaron. «Estamos eligiendo algo muy importante: o bien alzamos un muro ante estos ataques recurrentes de la derecha reaccionaria a los valores de la España democrática y también constitucional, o bien le damos salvoconducto».

El pasado 29 de abril, tras los cinco días en los que se apartó para reflexionar, afirmó: «Llevamos demasiado tiempo dejando que el fango colonice impunemente la vida política, la vida pública, contaminándonos de prácticas tóxicas inimaginables hace apenas unos años».

Y en ese mismo discurso, añadió: «Los males que nos aquejan no son ni mucho menos exclusivos de España, forman parte de un movimiento reaccionario mundial que aspira a imponer su agenda regresiva mediante la difamación y la falsedad, el odio y la apelación a miedos y amenazas que no se corresponden ni con la ciencia ni con la racionalidad».

Sánchez también ha señalado a los medios de comunicación independientes o críticos, a los que califica de «maquinaria del fango»: «Creo que he sido víctima de una estrategia fríamente planificada y de una maquinaria del fango muy engrasada», afirmó en una entrevista a la Cadena Ser el pasado 4 de mayo.

Según Sánchez, esa «maquinaría del fango» contaría con «pseudomedios de comunicación, que me niego a llamar medios de comunicación porque son digitales, con páginas web que lo único que hacen es propagar ese fango, esos bulos, esa desinformación», con «tertulias en platós de televisión donde esas personas van y contaminan el debate», con partidos como «PP y Vox, que exigen explicaciones a los inocentes de esa campaña de desinformación y de bulos» y con «asociaciones ultraderechistas que judicializan los casos».