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La Guardia Civil cree haber localizado el lugar donde fue enterrada Ángeles Zurera hace 16 años
La principal hipótesis es que fue asesinada por su exmarido y que después ocultó su cadáver. Tras mucho trabajo, los investigadores confían en resolver el caso en las próximas horas
El Debate puede avanzar en primicia que la Guardia Civil de Córdoba cree haber encontrado el lugar donde fue enterrada Ángeles Zurera. A esta hora los agentes trabajan sobre el terreno en un punto de la provincia para confirmar el hallazgo, donde han encontrado pistas que ya se están analizando. No se ha escatimado en medios. Lo cierto es que no ha trascendido cómo los investigadores han logrado descubrir el lugar exacto del enterramiento, pero lo trascendental es que existe un convencimiento férreo entre el grupo de policía judicial de poder estar al borde de la resolución del caso.
Ángeles Zurera es una espina clavada en la Guardia Civil de Córdoba. Despareció sin dejar rastro el 2 de marzo de 2008: un año antes que, por ejemplo, Marta del Castillo. Desde el primer momento se sospechó de su exmarido, Manuel Reina Algaba. Todos los indicios le señalaban, pero la falta del cadáver hacía imposible sentarlo en el banquillo.
El Debate ha accedido al sumario del caso: lo primero que llama la atención es saber que su exmarido fue la última persona con la que habló antes de evaporarse. El 2 de marzo de 2008, a la 1:07 de la madrugada, Manuel la llamó. Consta por el tráfico de llamadas que esa comunicación duró 2 minutos y 27 segundos. La Guardia Civil le preguntó y él se justificó así: «Sí, la llamé. Antes la había tratado de localizar varias veces más, pero no paraba de comunicar. Al final me cogió, pero ambos permanecimos completamente en silencio, sin decir ni siquiera 'dígame', nada». Nadie le cree, pero demuestra lo contrario.
Manuel y Ángeles, con dos hijos en común, se habían divorciado solo unos días antes. La sentencia de divorcio se dictó el 25 de febrero de 2008, pero Ángeles no llegó a leerla. Cuando el Juzgado la notificó, ella ya estaba muerta. Las sospechas sobre la autoría de su marido se refuerzan en que días antes de perderse su rastro, Manuel Reina fue condenado por malos tratos: Ángeles fue agredida violentamente por su marido.
Su exmarido nunca aceptó la ruptura y se obsesionó con la idea de volver a su cama. Manuel la llamaba con frecuencia e incluso, según consta en el sumario, una testigo cuenta: «Me dijo que le propuso que fuesen amantes». Otro asegura que Manuel le rogó que le dejase instalarse de nuevo en la casa, pero en el cuarto de invitados. Ángeles rechazó ambas propuestas y mientras tomaba distancia de su marido, conoció a un hombre de Valencia.
Ese hecho le costó caro. Su exmarido, que seguía pagando las facturas de su móvil y tenía acceso al listado de sus llamadas, lo descubrió. Chequeó las llamadas una a una: averiguó que Ángeles tenía un amigo en Valencia del que él no sabía nada. Se enfureció y poco después de averiguarlo se plantó delante de su exesposa, le enseñó las facturas y dio rienda suelta a su lengua: «Manuel comenzó a gritarme. '¡Eres una puta! ¡Ya sé que te has visto con él y que no paráis de hablar todas las madrugadas!'», cuenta Antonio, el hermano de Ángeles, que ella le relató.
Lo siguiente fue un puñetazo en plena cara: «Manuel le dio justo en el ojo. Me contó que se cayó redonda al suelo y que perdió momentáneamente el conocimiento», explicó una amiga a los investigadores. Otros testigos describen que la vieron con el ojo morado, y la nariz hinchada y torcida.
Días después Manuel acudió a la casa de sus suegros: «Por favor, os lo ruego, decidle a vuestra hija que la quiero mucho, que me equivoqué y que no quiero perderla. Decidle que vuelva conmigo. Os prometo que si lo hace pongo todas mis empresas y mis propiedades a su nombre», cuenta la madre de Ángeles que les suplicó sin parar de llorar. Pero acto seguido le salió el ramalazo de celos y rabia. «Y si no voy a matar, me voy a quitar la vida o soy capaz de hacer una locura», amenazó antes de salir por la puerta.
El sumario acumula muchos más indicios. Hasta la novia de Manuel da una versión que no coincide con la de su pareja. Aseguró rotunda que la mañana siguiente a la desaparición de Ángeles tuvo entre sus sábanas a su enamorado hasta después de las 11.00 de la mañana, mientras que él confesó que se levantó a las 8.00 y abandonó la vivienda común. Las más de tres horas de diferencia disparan las sospechas y hacen pensar a más de uno que Manuel está detrás de la desaparición y que su novia podía saberlo y le trató de ayudar.
De hallarse el cadáver de Ángeles Zurera acabaría la agonía de toda su familia que la busca sin descanso desde hace más de 16 años. Sin duda, lo más importante es terminar con el desconsuelo de no saber donde está, aunque como repite su hermano, Antonio, desde hace tiempo: «Sabemos al 100 % que está muerta, pero queremos encontrarla». Él está muy agradecido al trabajo de la Benemérita durante todo este tiempo y a pesar de la falta de resultados (probablemente se resuelva), no ha dejado de reconocer su buen hacer. Quizá en las próximas horas Ángeles sea localizada y a Manuel lo engrilleten.